Pan, leche, huevo, canela... Si juntamos estos ingredientes nace uno de los postres más típicos de la Semana Santa y la Cuaresma: las torrijas. Sin embargo, cada vez es más común en la cocina innovar y llevar a cabo creaciones culinarias que nos aleje de lo típico, pero sin perder su esencia. Es por ello que este postre, ligado a la festividad religiosa de España, sufre algunas variaciones en sus ingredientes y también en la forma de elaborarlo. Esto da lugar a nuevas recetas como las preparadas con pan brioche o como la protagonista de este artículo: las torrijas a la naranja.
Esta receta no se aleja mucho de la tradicional, ya que se elaboran muy parecidas, pero añadiéndole ese toque de sabor cítrico. Para los amantes de esta fruta y de este postre, esta combinación termina siendo una delicia fresca que encaja perfectamente con el dulzor del pan y el azúcar. Y si eres más de limón, ten en cuenta que también puedes hacerlas con ese cítrico.
Ingredientes para las torrijas a la naranja
Para hacer la receta de estas torrijas se necesitan los siguientes ingredientes:
- 1 barra de pan del día anterior (preferiblemente de miga densa, como pan de pueblo)
- 500 ml de leche
- 1 naranja (la ralladura y el zumo), puede utilizar también dos.
- 100 g de azúcar
- 2 huevos
- Aceite para freír (de girasol o maíz)
- Canela en polvo (opcional, no más de una cucharada)
- Miel o almíbar ligero (opcional, para servir, de 2 a 4 cucharadas soperas)
Pasos para la elaboración
Estas son las indicaciones, paso a paso, para elaborar esta receta son:
- Corta el pan en rebanadas de aproximadamente 2-3 cm de grosor. Si prefieres, puedes quitar la corteza, aunque es común dejarla para obtener una textura más rústica.
- En un recipiente hondo, mezcla la leche con la ralladura de la naranja y la mitad del azúcar. También puedes agregar un poco de canela en polvo si lo deseas. Deja que la mezcla repose durante unos minutos para que el pan absorba bien los sabores.
- Sumerge las rebanadas de pan en la mezcla de leche y naranja. Deja que se empapen bien durante unos minutos, dándoles la vuelta para que se impregnen por ambos lados.
- En un plato hondo, bate los huevos con el zumo de naranja restante.
- Calienta una sartén grande con aceite a fuego medio-alto. Una vez que el aceite esté caliente, pasa cada rebanada de pan empapada por la mezcla de huevo, asegurándote de cubrir bien ambos lados.
- Fríe las torrijas en el aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados. Esto puede tomar unos 2-3 minutos por cada lado.
- Colócalas sobre papel de cocina para que escurran el exceso de grasa.
- Mientras aún estén calientes, espolvorea un poco de azúcar restante por encima. Puedes servirlas directamente así o añadirles un toque de miel o almíbar ligero para darles un extra de dulzura y brillo.
Propiedades de la naranja
La naranja es una de las frutas con mayor cantidad de vitamina C, vitamina A, fibra y potasio. Combate la anemia. Protege las células e inhibir la oxidación del llamado “colesterol malo”, previniendo la aterosclerosis.
Ayuda a aquellas personas con tendencia a trombosis o varices. Refuerza, además, la pared de los vasos capilares, proporcionando elasticidad a las arterias. Reduce el colesterol, mejora el tránsito intestinal y evita el estreñimiento.
Por cada 100 g, la naranja tiene:
- Calorías: 40,37 kcal
- Agua: 86 g
- Proteína: 1 g
- Grasas: 0,10 g
- Hidratos de carbono: 8,25 g
- Fibra: 1,69 g
- Magnesio: 12,6 g
- Potasio: 179 mg
¿Cuánto duran las torrijas en la nevera?
A la hora de preparar torrijas, las raciones siempre suelen abundar. Es típico, coincidiendo con las reuniones de Semana Santa, compartir este postre con toda la familia. Por ello, a veces no queda más remedio que hacer una buena cantidad y lo que sobre guardarlo para otra ocasión. Pero, ¿cuánto tiempo pueden estar en la nevera?
Lo normal y lo más recomendado es que no pasen más de tres días refrigeradas. Así, evitamos que las torrijas pierdan su frescura y sabor. Para ello, además, deben estar muy bien conservadas, por lo que hay que almacenarlas en un recipiente hermético. Esta forma de mantenerlas evitará que se sequen u absorban olores de otros alimentos de la nevera.
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