Tiempo. Posiblemente una de las cosas más deseadas de lunes a viernes y de la que menos disponemos. A lo largo de la semana, todo aquello que nos ayude a ahorrar tiempo en las tareas del día a día se convierte en nuestro mejor aliado.
Normalmente, a lo largo de la semana tenemos menos tiempo del que nos gustaría para dedicarlo a cocinar, y aunque a veces aprovechamos el fin de semana para preparar todos los tupper de la semana, cuando nuestros quehaceres sociales nos tienen demasiado ocupados lo más fácil es tirar de alimentos rápidos y fáciles de preparar.
Por ese motivo siempre es bueno tener huevos cocidos listos para consumir. En una ensalada, rellenos, en una sopa, para el salmorejo... Tener en el frigorífico un tupper con huevos duros te puede arreglar más de una cena.
La versatilidad del huevo cocido
Seguramente te haya pasado en alguna ocasión de prepararte un plato con sobras que tienes en la nevera, echarle un huevo cocido, meterlo al microondas y que el resultado -visualmente- sea nefasto, ya que el huevo ha estallado.
No se trata de un problema en tu microondas ni en el programa que has seleccionado, sino de una cuestión de humedad. En su interior, la humedad que acumula el huevo cocido provoca un efecto olla a presión, lo que le hace explotar.
¿Cómo puedes evitar que esto ocurra? Para que los huevos cocidos no te den algún que otro susto en el microondas, lo ideal es cortarlos en trozos pequeños antes de calentarlos. Verás como así no te llevas más sustos.
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