Saber cocinar bien un alimento es fundamental para tener una correcta alimentación y evitar tener problemas digestivos. Una mala elaboración puede acarrear graves complicaciones en el sistema inmunológico, como es el caso de las tostadas quemadas.
Sobrecalentar un alimento hasta el punto de quemarlo puede ser perjudicial para la salud. Si eres de ese tipo de personas a las que le encantan las comidas quemadas, atento con esto, porque puedes estar poniendo en peligro tu salud.
¿Cómo se llama lo quemado de las tostadas?
La culpable de poner en riesgo tu salud es la acrilamida, una sustancia química que aparece de forma natural en los productos alimenticios que contienen almidón y que son calentados a altas temperaturas.
"Se forma principalmente gracias a los azúcares y aminoácidos (sobre todo, la asparagina) que están presentes de forma natural en muchos alimentos. El proceso químico causante se conoce como reacción de Maillard, dando lugar a un color y un aroma que resultan organolépticamente apetecibles", según afirma la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
Ingerir esta sustancia puede provocar tumores, tal y como declara la misma agencia, según los resultados de experimentos con animales. Por este motivo, las autoridades sanitarias, tanto europeas como españolas, recomiendan reducir nuestra exposición a esta sustancia, minimizando su presencia en los alimentos.
Por lo tanto, dada la explicación científica, antes de comer una tostada quemada o porciones de carne churruscadas, piénsalo dos veces.
Cuándo aparece esta sustancia
Resulta casi imposible eliminar la acrilamida, ya que aparece de forma natural, pero lo que sí se recomienda es no pasarse con el tiempo de cocción o elaboración de los ingredientes.
En el caso de estar haciendo carne a la parrilla, evita que el alimento entre en contacto con las llamas, eso impedirá la aparición de la acrilamida.
Según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), esta sustancia química aparece cuando la grasa y los jugos de la carne gotean y se quedan en las llamas. Al ascender, se adhieren a la carne. Lo mismo sucede con las tostadas, al quemarse adquieren, casi de manera automática, esta sustancia, que, por mucho que raspes lo tostado con un cuchillo, no podrás eliminar.
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