Una de caracoles en salsa: cuánto tiempo hay que cocerlos para que salgan

Caracoles guisados, en una imagen de archivo.
Caracoles guisados, en una imagen de archivo.
EUROPA PRESS - Archivo
Caracoles guisados, en una imagen de archivo.

¿Cuántos ni siquiera habrán pinchado al ver en el titular la palabra caracoles? A estos moluscos gasterópodos con concha espiral les pasa lo que a la casquería, la lamprea o la anguila, se les ama o se les odia.

Si hablamos de caracoles y gastronomía acabamos en Francia. Allí los escargots son muy populares. En España se consumen especialmente en Cataluña, País Vasco, Madrid capital y partes de Andalucía, como Sevilla o Córdoba. De hecho, en la ciudad de los omeyas están en plena temporada (hasta junio), con puestos repartidos por toda la ciudad que sirven caracoles en diversas salsas.

Se trata de un plato de la gastronomía francesa muy apreciado. Los caracoles son cocidos y servidos en su concha rellena de mantequilla de ajo y perejil. Se suele servir como entrante. (Foto: Wikipedia/Kadooshka).
'Escargots' en su concha rellena de mantequilla de ajo y perejil.
Wikipedia/Kadooshka

La mejor época para comer caracoles es la que empieza tras las lluvias del otoño, pero también, dice el saber popular, en los meses con “R”. Son bastante sanos y nada calóricos: una porción de 100 gramos tiene sólo 90 calorías. Otra cosa es cómo aumentan las calorías de nuestro plato de caracoles según la salsa que cocinemos. Y es que, efectivamente, la gracia está en la salsa.

De entrada, el caracol necesita de mucha limpieza. Empezamos poniéndolos en agua con vinagre. Los dejamos unos cuantos minutos y de ese modo irán soltando todas las impurezas. Luego, toca descartar los que estén muertos o tengan la cáscara rota. A continuación, hay que limpiarlos uno a uno con un cepillo.

Huye de la sal para conservar su baba

Ya limpios los caracoles, podemos hacer dos cosas. Si queremos tener el caracol sin su concha, ponemos agua fría y sal en un recipiente y los echamos. Lo cubrimos con plástico film. Ante la presencia de la sal, el caracol saldrá de su concha.

Caracoles
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IKER MORÁN

La otra posibilidad es cocinarlos ya directamente. Los pondremos en una cazuela con dos o tres centímetros de agua, laurel y alguna hierba. Llevaremos al fuego y los coceremos unos 10-15 minutos. Iremos espumando si aún sueltan algo. Finalmente, los colamos.

Sólo faltaría hacer nuestra salsa, añadir los caracoles al final y dejarlos hacerse unos 5 minutos más.  

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