Lo que tienes que tener en cuenta con los huevos en verano para evitar posibles intoxicaciones: toma nota de estos 8 consejos

El huevo es uno de los alimentos con los que más cuidado debemos tener en cualquier época del año, aunque en verano estas medidas de precaución cobran especial importancia ya que las altas temperaturas en huevos mal conservados pueden provocar Salmonella. 
Cómo conservar los huevos en verano.
Cómo conservar los huevos en verano.
chas53 / iStock
Cómo conservar los huevos en verano.

El verano es una de las mejores estaciones del año, o al menos la más divertida. Nos gustan las vacaciones, nos gustan las playas, las reuniones de amigos y familiares, nos gustan los platos típicos de esta época del año y también el buen tiempo. Aunque en ocasiones las temperaturas y la comida nos pueden causar algún problema. 

Ya sabemos que prestarle atención a la conservación de alimentos es fundamental en cualquier época del año, pero especialmente en verano cuado las altas temperaturas pueden estropear algunos productos y causarnos intoxicaciones si no los hemos conservado como es debido. 

Sin duda los huevos son uno de los alimentos con los que más cuidado tenemos que tener en verano, ya que un huevo en mal estado puede terminar provocando Salmonella, especialmente en verano con la subida de las temperaturas.

Los huevos crudos, en salsas o en otras elaboraciones, puede provocar intoxicaciones, sobre todo cuando las temperaturas son superiores a 20ºC, por lo que toma nota de estos consejos para curarnos en salud. 

8 consejos para conservar y manipular huevos en verano

"El huevo es un súper alimento muy nutritivo, pero también muy delicado. Por eso, y muy especialmente durante el verano con las altas temperaturas, es muy importante una correcta manipulación y conservación para poder disfrutar de sus excelentes propiedades en su totalidad", aseguran desde Pazo de Vilane, empresa pionera en huevo campero y especializada 100% en este tipo de producción que nos enumera 8 consejos para conservar los huevos en esta época del año. 

  1. No es necesario lavar los huevos. La cáscara es un excelente escudo protector natural. Es mejor revisar en busca de alguna grieta o rotura. En tal caso, hay que tirar el huevo roto.
  2. Respetar su cadena del frío y muy especialmente ahora, que nos enfrentamos a las altas temperaturas. Por eso, después de hacer la compra, es importante no dejarlos al sol o en lugares donde haga mucho calor.
  3. Los huevos camperos siempre en el interior de la nevera (no en la puerta) y en su propia caja. Haciéndolo así los protegemos de los cambios bruscos de temperatura que se producen al abrir y cerrar el frigorífico.
  4. Para evitar que se nos caigan trocitos de la cáscara dentro del recipiente y contaminar el interior del huevo, debemos cascar el huevo en el borde de un recipiente distinto al que vayamos a utilizar para batirlo. Por el mismo motivo, a la hora de separar la yema de la clara, es mejor no hacerlo con la propia cáscara, sino ayudándonos de una cuchara o un cuenco.
  5. El huevo es un alimento que puede cocinarse de muchas formas, una de las más sencillas es cocerlo. Ahora en verano hay muchos platos como el salmorejo o la ensaladilla que incorporan este alimento; por eso a veces, para ahorrar tiempo, cocemos los huevos y los utilizamos a medida que los necesitamos. Sin embargo, hay que ser cuidadosos con los tiempos de conservación para evitar problemas. En este sentido, un huevo cocido (si se ha cocinado fresco) puede conservarse en el frigorífico durante una semana, siempre que se mantenga con la cáscara. De hacerlo sin ella, lo recomendable es comerlo en el mismo día y mantenerlo refrigerado hasta su consumo.
  6. Por seguridad alimentaria, no debemos esperar más de dos horas para guardar un huevo cocido en el frigorífico una vez se haya cocinado, ni dejar platos sin refrigerar cocinados con huevo (en cualquiera de sus elaboraciones).
  7. Antes de cocinar los huevos debemos lavarnos bien las manos. Además, debemos asegurarnos de que las superficies y utensilios que vamos a utilizar están también limpios, tanto antes como después de manipularlos.
  8. Las altas temperaturas solo son necesarias a la hora de cocinar los huevos (para hervirlos, freírlos o cuajarlos). Al ser un alimento muy delicado no debemos dejarlo nunca al sol o expuesto a focos de calor, como, por ejemplo, cerca de una ventana o durante largas horas en el interior de un coche. 

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