Ajoblanco, el manjar malagueño potencialmente nutritivo que también puedes comer en invierno

El ajoblanco es una sopa fría tradicional española con varias propiedades nutricionales, ideal para los meses más calurosos del año. Sin embargo, también tienes la opción de calentar este plato para los meses de frío. ¡Así puedes hacerlo!

El ajoblanco es un plato típico de Andalucía.
El ajoblanco es un plato típico de Andalucía.
Getty Images
El ajoblanco es un plato típico de Andalucía.

En las tierras del sur de España saben bien que es esto del ajoblanco. Este plato es tradicional de Málaga, considerado un manjar con múltiples beneficios, no solo porque sea fácil de preparar, sino porque también tiene un impacto positivo en la salud. Sus niveles nutricionales destacan en este plato que como dice su nombre está elaborado con ajo como ingrediente principal. De aspecto similar al gazpacho, es una sopa fría y refrescante que suele ser común en los meses de verano. No obstante, ¿sabes que también puede ser calentita? Eso le hace ser un plato 360º de la gastronomía. 

¿Quién ha dicho que el ajoblanco solo es veraniego?

Aunque la costumbre es elaborarlo con agua fría y tomarlo fresco cuando hace calor durante los meses de verano, aportarle un toque de calor al ajoblanco es posible. Esta sopa es un manjar refrescante, pero calentita puede dar los mismos beneficios. Sus ingredientes lo convierten en una buena fuente de grasas saludables gracias a las almendras y al aceite de oliva virgen extra, que son beneficiosos para la salud cardiovascular.

El ajo, el ingrediente clave, tiene propiedades antibacterianas, antivirales y antioxidantes, que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de enfermedades. Además, es relativamente bajo en calorías, especialmente si se sirve en porciones moderadas, lo que puede ser beneficioso para quienes buscan controlar su ingesta calórica. Y es apto para celiacos, ya que está libre de ingredientes con gluten. 

Todo este impacto positivo en la salud hace que en invierno también sea una buena opción. Lo único que tendrás que haces es controlar temperatura a la que calentarlo. Es importante que una vez tengas la receta clásica preparada -que mostramos a continuación-, el ajoblanco vaya a una cazuela donde deberá calentarse poco a poco y durante pocos minutos sin que llegue a hervir. Tanto en frío como en caliente, esta receta implica controlar el aceite de oliva, ya que al tener que emulsionar ligeramente la mezcla, debes tener cuidado en que no se corte. 

Receta clásica del ajoblanco: ingredientes para 4 personas

Ajoblanco acompañado de uvas.
Ajoblanco acompañado de uvas.
oleg_doroshenko
  • 200g de almendras crudas sin piel
  • 2 dientes de ajo
  • 100ml de aceite de oliva virgen extra
  • 50ml de vinagre de vino blanco
  • 500ml de agua fría
  • Sal al gusto
  • Uvas blancas (para decorar)
  • Pan blanco (opcional, para espesar la sopa)

Cómo elaborarlo paso a paso

  1. Remojar las almendras: Pon las almendras en un bol y cúbrelo con agua. Déjalas remojar durante al menos 4 horas o durante toda la noche. Esto ayudará a ablandarlas y facilitará su triturado.
  2. Triturar las almendras y el ajo: Una vez remojadas, escurre las almendras y colócalas en una licuadora o procesador de alimentos junto con los dientes de ajo pelados. Tritura hasta obtener una pasta fina.
  3. Añadir el aceite y el vinagre: Con la licuadora aún en marcha, agrega lentamente el aceite de oliva virgen extra y el vinagre de vino blanco. Continúa mezclando hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados y la mezcla tenga una textura suave.
  4. Añadir el agua: Gradualmente, vierte el agua fría en la mezcla mientras continúas mezclando. Esto ayudará a diluir la sopa y obtener la consistencia deseada. Ajusta la cantidad de agua según tu preferencia de espesor.
  5. Sazonar: Prueba la sopa y añade sal al gusto, mezclando bien para distribuir el sabor.
  6. Refrigerar: Cubre el ajoblanco y déjalo enfriar en el refrigerador durante al menos 1 hora antes de servir. El ajoblanco sabe mejor cuando está bien frío.
  7. Servir: Sirve el ajoblanco en cuencos individuales y decora con uvas blancas cortadas por la mitad o bien con cuscurros de pan. También puedes añadir un chorrito adicional de aceite de oliva virgen extra antes de servir.

Recuerda: para tomarlo caliente, solo deberás cambiar el paso de la refrigeración por el de la cazuela y el fuego. Controla la temperatura media y no lo lleves a ebullición. 

Una buena alternativa al gazpacho

Gazpacho
Gazpacho
iStockphoto

Bien es cierto que al ajoblanco se le saca su gran sabor sobre todo cuando está frío, esto le convierte en una buena alternativa al gazpacho durante el verano. Ambas sopas frías cuentan con grandes beneficios nutricionales y si se toman con moderación y se reduce la utilización del pan como ingrediente tendrás un plato de bajas calorías. La elección entre el ajoblanco y el gazpacho dependerá, por tanto, de tus necesidades dietéticas específicas y tus preferencias personales en cuanto al sabor y la textura.

Apúntate a nuestra newsletter y recibe en tu correo las mejores novedades para disfrutar al máximo del placer de comer.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento