Batido de té matcha para eliminar toxinas y empezar el otoño con buen pie

Desde que la primera vez probé el té matcha me enamoré. Es mi gran compañero cuando tengo que concentrarme o me falta energía. Mi amor por la gastronomía japonesa data desde la adolescencia; recuerdo aun los sabores delicados de la primera vez que comí sushi o sashimi; desde entonces abrí una puerta a Japón en mi repertorio de cocina.

Cuando hablamos de détox no hablamos de que con solo un té puedes limpiar tu organismo, sino a las propiedades que tienen ciertas variedades del mundo vegetal para estimular nuestros órganos emuntorios que son encargados de limpiar las toxinas adquiridas o resultantes de nuestra oxidación metabólica. Con emuntorios me refiero al hígado, riñones, intestino o pulmones.

Excesivas cantidades de productos químicos tóxicos tales como pesticidas, herbicidas, el uso de plásticos, la contaminación, restos hormonales y otras toxinas resultantes de las funciones que cumple nuestro hígado pueden interrumpir el sistema de enzimas, entre otras consecuencias, y alterar la función de los riñones o pulmones y causar problemas dérmicos, entre muchas patologías. Nuestra capacidad para mantener la salud en el ambiente que vivimos actualmente depende de la capacidad de nuestro cuerpo para desintoxicar.

Existen maravillosas plantas pero también diferentes técnicas para poder disfrutar de las virtudes del té. Antiguamente se recolectaban hojas y se dejaban secar, para de esta manera preparar infusiones en agua caliente cuando las necesites. Actualmente podemos también beneficiarnos de sus propiedades mediante la liofilización de la planta, por lo tanto puedes elegir tomar infusiones o una cápsula, aunque también existe desde hace algún tiempo los extractos o las tinturas que puedes agregar a tu taza de té. Sea como sea, la tradición de tomar una taza caliente -ahora que viene el frío- va más allá de las propiedades, nos reconforta y calienta hasta el alma.

La cultura del té se remonta a milenios, aunque creas que es una antigua costumbre inglesa , su origen es de casi 5.000 años de antigüedad. Existen varias teorías sobre su casual descubrimiento en diferentes culturas con personajes tan importantes como Príncipe Bodhi-Dharma en su viaje para difundir el budismo entre Japón e India o Shen-Nung en China, sus leyendas relatan acontecimientos parecidos. Su hallazgo en ambas es por casualidad, descubriendo los poderes culinarios y nutricionales de infusionar hojas en agua caliente. Pero no fue hasta 600 años a.C. cuando se empezó a expandir por todo el mundo el poder curativo de esta técnica medicinal o culinaria sobre el té.

También quizás fue una evolución del hombre antiguo que llevó esta técnica de infusionar ciertas hierbas en todo el mundo que hasta entonces eran mágicas y solo se podían usar si las tenías cerca o en su mejor estación del año.

Propiedades del té matcha

El té verde o matcha es una bebida considerada sagrada. Una de sus características es que es depurativa por excelencia; y además de ser diurética, es un gran antioxidante; aumenta los niveles de saciedad y nos aporta muchos beneficios: ayuda a reducir los niveles de grasa del hígado, colesterol y triglicéridos en la sangre y mejora el transporte y oxidación de los ácidos grasos a nivel de la mitocondria -centro energético celular-.

Gracias a sus alcaloides y polifenoles como epicatequina, la epigalocatequina, la epicatequina galato, teobromina, teofilina y la epigalocatequina galato nos ayuda a tener mayor rendimiento deportivo. Gracias a estos presenta un potencial antiinflamatorio y anticanceroso muy potente.

Su poder antioxidante es gracias a su contenido de isoflavonas. Mejora la circulación, y por si eso no fuera suficiente, ayuda a la concentración y el trabajo mental. Cabe destacar que numerosos estudios destacan que el té matcha tiene propiedades sobre el control de la glucosa, gasto energético, oxidación de grasas y la sensibilidad a la insulina.

Eso sí, no se aconseja en casos de hipertensión, insomnio o úlceras. Tampoco se recomienda consumirlo después de las 18 de la tarde. Al contener taninos pueden interferir en la absorción de hierro por lo que es aconsejable tomarlo lejos de las comidas.

Curiosidades

Aproximadamente en torno al año 1180 un monje japonés (Myoan Eisai) aprendió el arte del té verde y lo exportó a su país. A partir de allí comenzó a difundir el budismo zen junto al arte de beber té matcha.

En China por aquella época se dejó en el olvido su consumo mientras que en Japón aumentó su popularidad, adoptado por los monjes y sus meditaciones; sus largos periodos de reflexión se hacían más llevaderos gracias a este té.

Vale la pena conocer más sobre gastronomía japonesa con sus toques sabios y delicados o iniciarse en como preparar la ceremonia del té, pero para comprenderla y vivirla en la distancia y no parecer un turista te recomiendo un libro estupendo: Come Japón, de la editorial Geoplaneta.

Receta de batido de té matcha para una persona

Una cucharada de hojas de saúco.
1/4 cucharadita de té matcha, lo hay de muchas calidades pero el más delicioso es el ceremonial. Preferentemente orgánico.
Media manzana con piel o media taza de uvas.
Media taza de agua filtrada o mineral.
Opcional: 1/4 de cucharadita de jengibre en polvo o rallado. Le dará un toque picante y potencia sus propiedades.
También opcional: una cucharadita de aceite de coco.

Instrucciones

Prepara una infusión con las hojas de saúco con la mitad de agua. Pasados cinco minutos, fíltralo y resérvalo.
En una licuadora o trituradora coloca la infusión, el resto de agua junto al resto de ingredientes y tritúralo hasta que esté todo integrado.
Es interesante tomarlo por la mañana para iniciar el día con energía.

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