Un triunfo espectacular. La tenista rusa Maria Sharapova se proclamó campeona del Abierto de Australia tras derrotar a la serbia Ana Ivanovic en la final por 7-5 y 6-3. Y lo celebró en un marco tan bello como las dos finalistas: en el río Yarra, de la ciudad de Melbourne.
Dennis M. Sabangan / EFE"No he llegado al máximo". Eso es lo que dice Sharapova tras lograr el tercer título de Grand Slam de su carrera. Y sí, estamos de acuerdo: le queda mucho que dar dentro y fuera de las pistas.
Dennis M. Sabangan / EFEBella y feliz. La tenista rusa lució trofeo y palmito por Melbourne y se dio un paseo por el río Yerra. No dejo indiferente a nadie.
Mike F. Alquinto / EFEComo una sirena. No nos cansaremos de destacar la belleza de Sharapova. Aprovechando esta estampa tan acuática, podríamos decir que es como una sirena.
Mike F. Alquinto / EFENo se separó del trofeo. Durante todo el recorrido por el río Yerra Sharapova no se despegó del trofeo de campeona.
Mike F. Alquinto / EFELa derrota también es bella. Sobre todo si lo das todo en el partido. Ivanovic lo intentó, plantó cara a Sharapova y la puso en aprietos, sobre todo en el primer set. Después, en la ceremonia de entrega de los trofeos, no pudo reprimir las lágrimas.
Barbara Walton / EFELágrimas. La serbia no pudo reprimir las lágrimas, sobre todo cuando los espectadores le trubutaron una gran ovación como homenaje.
Barbara Walton / EFESaludos. Ivanovic, seria y circunspecta, saluda a los espectadores. Que no se deprima: le quedan muchas finales y muchos títulos por delante.
Barbara Walton / EFE