El posado en bañador nace como una respuesta ingeniosa a la censura. Durante los años 50 el puritanismo prevalecía incluso en Hollywood, donde las normas las marcaba el Código Hays (una especie de guía de autocensura): los besos eran cronometrados, la desnudez estaba prohibida, las camas de matrimonio eran gemelas… Las actrices de Hollywood no podían ser fotografiadas en lencería o demasiado ligeras de ropa. Con el fin de burlar las normas, los productores decidieron pedir a sus estrellas que posaran en traje de baño.
Cartel de la exposición 'Pin-Up. L'âge d'or du balnéaire' con una fotografía de Gene Tierney de 1943. © Aurimages
El éxito fue rotundo y poco a poco estas imágenes dieron paso al reinado de las llamadas Pin-Ups, con Bettie Page al frente (aunque ella sí posó en lencería, su sesión más famosa fue con un traje de baño de leopardo). Asimismo las marcas empezaron a crear trajes de baño exclusivos para las estrellas. Algunos de ellos se han convertido en verdaderos iconos y piezas muy cotizadas para los coleccionistas de ropa vintage.
Ava Gardner en Mogambo de John Ford, 1953. © Aurimages
Los comisarios de la exposición Ghislaine Rayer y Patrice Gaulupeau son dos coleccionistas de moda especializadas en lencería, corsés y trajes de baño. En la actualidad cuentan con más de 5.000 piezas textiles y cientos de archivos fotográficos, anuncios, catálogos, revistas, embalajes originales… Su perfecto estado de conservación y la originalidad de alguna de estas piezas han convertido su colección en una de las más importantes del mundo. Para esta exposición han seleccionado algunas de las piezas más representativas que resumen las historia del traje de baño tras la Segunda Guerra Mundial.
Publicidad de la marca Jantzen. © Cortesía de la Galería Joseph
¿Qué podemos encontrar en esta exposición? Algunas joyas como las fotografías de Marylin Monroe luciendo un traje de baño de encaje y terciopelo para una sesión de fotos de la marca Catalina en 1951, trajes de baño de alta costura diseñados por emblemáticas marcas americanas (Jantzen, Catalina, Cole de California…) y creados para pin-ups y estrellas de Hollywood, una presentación de los trajes de baños usados en 'películas acuáticas' donde Esther Williams fue su mayor exponente, una sección dedicada al traje de baño de lujo (a la altura de los mejores trajes de noche) o las colaboraciones entre grandes diseñadores de moda franceses (Dior, Jacques Fath, Schiaparelli) y grandes marcas estadounidenses.Elizabeth Taylor en De repente, el último verano de Joseph Mankiewicz en 1959. © Bridgemanimages
20MINUTOS.ESEscuela de Sirenas (Bathing Beauty) se convirtió en 1944 en la primer película producida en Hollywood considerada 100% acuática. Rodada en el mayor estudio construido hasta el momento y con unas espectaculares escenas de natación sincronizada coreografiadas por Busby Berkeley, convirtió a Esther Williams en una de las más grandes estrellas de la época. Tras una veintena de películas, la llamada Sirena de Hollywood se transformaría en una exitosa empresaria dedicada a los trajes de baño.
Esther Williams, 1944. © Bridgemanimages
Antes de convertirse en un icono del cine, Marilyn Monroe -por aquel entonces todavía conocida como Norma Jean- era descubierta con tan solo 18 años por el fotógrafo David Conover. Marilyn aparece en la portada de una treintena de revistas pin-up y en 1945 lanza su primera película de prueba para la agencia Blue Book Modeling Agency posando en traje de baño. Durante su reinado en Hollywood, Monroe continuará siendo embajadora para algunas marcas de baño.
Marilyn Monroe en la película Love Nest (Memorias de un don juan) 1951 con un traje de baño de Catalina. © Bridgeman Images.
La palabra pin-up hace referencia a una fotografía u otro tipo de ilustración en la que una mujer aparece posando de manera sugerente. Las representaciones de las pin-ups fueron muy frecuentes durante la Segunda Guerra Mundial, época en la que se hicieron populares entre los soldados. Pero su momento álgido llegaría en la década de los 50 en los Estados Unidos copando portadas de revistas, periódicos, carteles, calendarios y anuncios publicitarios. Su fama se prolongaría hasta los 70, década en la que desaparecen poco a poco dando paso a revistas eróticas como Playboy o Penthouse.
La actriz Debbie Reynolds al borde de una piscina en 1954. © Bridgemanimages