William Eggleston, el fotógrafo que hizo de lo cotidiano algo apasionante

William Eggleston. Sin título, de la serie The Outlands. ©William Eggleston. Cortesía Eggleston Artistic Trust y David Zwirner

El artista estadounidense fue el primer autor en exponer unas imágenes en color dentro del museo MoMA. Su obra cautivó al público desde el primer momento y, en la actualidad, es considerado una leyenda viva de la fotografía. Supo convertir escenas banales sin ningún atractivo aparente en composiciones interesantes y llenas de misterio.

William Eggleston fue el primer fotógrafo en exponer imágenes en color en las paredes del museo MoMA, en Nueva York. También fue pionero a la hora de capturar escenas cotidianas en los centros comerciales que, poco a poco, se abrían paso en los suburbios de Estados Unidos. Nacido en Memphis en 1939, el artista demostró que era capaz de convertir lo más sencillo en algo interesante y enigmático. Su maestría fue tan sobresaliente a lo largo de su trayectoria que hoy en día continúa siendo una leyenda viva de la fotografía.

Eggleston nos enseñó que algo banal podía ser tan apasionante como la vida misma. Retrató motivos comunes sin ningún atractivo aparente, como unos zapatos viejos, un congelador repleto de comida o un camión parado en una vía de servicio, entre otras obras corrientes que, sin embargo, no tienen nada de ordinario.

La exposición William Eggleston. El misterio de lo cotidiano realiza un recorrido por estas situaciones mundanas para apreciar el arte de un fotógrafo que, aunque parece imitar a los artistas amateur, sus instantáneas están muy alejadas de la improvisación. A pesar de que las composiciones pueden resultar aleatorias porque hay capturas recortadas, donde faltan partes e información, esta técnica acentúa ese aire de intriga y fascinación.

Fundación MAPFRE presenta en el Centro de Fotografía KBr de Barcelona la exposición más amplia sobre este autor en España hasta la fecha. Organizada cronológicamente, aborda sus trabajos en blanco y negro y aquellos por los que es más conocido, los desarrollados en color a partir de 1965. Ambos métodos están recogidos en esta muestra y, por primera vez, se puede comparar cómo es el resultado de cada uno.

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William Eggleston. Sin título, de la serie Before Color.
©William Eggleston. 
Cortesía Eggleston Artistic Trust y David Zwirner

William Eggleston. Sin título, de la serie Los Alamos.
©William Eggleston. 
Cortesía Eggleston Artistic Trust y David Zwirner

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Lo banal también podía ser fotografiado

Las obras de William Eggleston, que suelen ir sin título para no distraer al espectador, han viajado por casi medio planeta. Ha realizado numerosas muestras colectivas e individuales tanto en Europa, sobre todo en Alemania, como en Estados Unidos. De hecho, su trabajo forma parte de algunas de las colecciones más importantes del mundo, como el MoMA de Nueva York, el Whitney Museum of American Art, la Paul Getty Foundation o la National Portrait Gallery de Londres. Además, en 1998, recibió el premio internacional de la Fundación Hasselblad y en 2004 fue galardonado con el premio PhotoEspaña.

El autor consiguió cambiar la consideración de lo que merecía la pena ser fotografiado y abrió su atención a todo tipo de objetos. Fue especialmente llamativa su curiosidad por los grandes centros comerciales que sustituían a los comercios de barrio. Los conocidos como malls dieron inicio a una vida social más característica de las metrópolis en los suburbios más profundos.

Se trataba de un nuevo espacio de consumo en el que podías encontrar cualquier cosa y que Eggleston no tardó en reproducir. “Lo que tenía que hacer era salir a perseguir paisajes desconocidos. Lo que era nuevo en aquella época eran los centros comerciales, así que los fotografié”, explica el artífice, quien reconoce que fue necesario regresar a sus orígenes para superarse.

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William Eggleston. Sin título, de la serie Los Alamos.
©William Eggleston. 
Cortesía Eggleston Artistic Trust y David Zwirner

La banalidad de lo cotidiano

Los Alamos fue la primera gran serie del fotógrafo y el laboratorio en el que el artista definió su estética propia. Elaborada entre 1965- 1968 y 1972-1974, la colección reúne cerca de 2.200 imágenes que fueron tomadas en Tennessee, Nueva Orleans, Las Vegas y el sur de California, destapando las dos caras del sur de Estados Unidos. Desde un punto de vista humorístico e irónico, las instantáneas —repletas de color y brillo, al estilo pop— proyectan un mundo feliz que, en una segunda mirada, también evidencian aspectos totalmente opuestos como el deterioro, la decadencia, la soledad o la precariedad en los extramuros de la urbe.

William Eggleston. Sin título, de la serie Los Alamos.
©William Eggleston. 
Cortesía Eggleston Artistic Trust y David Zwirner

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La última obra en color de Eggleston pertenece al conjunto de The Outlands, que indaga en los alrededores de sus raíces. Empieza casi en el punto exacto de la misma calle de las afueras de Memphis donde Eggleston hizo una de sus fotografías más célebres en 1971 —un viejo triciclo blanco y verde frente a una casa de suburbio estadounidense— y sigue por las carreteras secundarias que desembocan en el viejo Misisipi, lugar donde el artista pasó su niñez, y reanuda su camino a Nueva Orleans.

Su trabajo, y especialmente sus últimas fotografías, nos permiten ver a un artista descubriendo hasta dónde podía llegar su lenguaje visual. Además, nos brinda un documento inolvidable y realista del Estados Unidos sureño más profundo en transición.

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William Eggleston. Sin título, de la serie The Outlands.
©William Eggleston. 
Cortesía Eggleston Artistic Trust y David Zwirner

William Eggleston. Sin título, de la serie The Outlands.
©William Eggleston. 
Cortesía Eggleston Artistic Trust y David Zwirner

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Datos prácticos

Comisario: Felix Hoffmann

Producción: Fundación MAPFRE

Cuándo: Hasta el 28 de enero de 2024

Dónde: KBr Fundación MAPFRE (Avenida del Litoral, 30. Barcelona)

Entradas: 5 euros. Entrada gratuita los martes (no festivos)


Más información en: www.fundacionmapfre.org

Alayans Studio para Fundación MAPFRE - Texto: Sara Cabrero