Tina Modotti: una revolucionaria tras la cámara

Tina Modotti. Hombres leyendo El Machete, c. 1927. Colección y Archivo de Fundación Televisa, Ciudad de México

Tan conocida y reconocida en México como olvidada en Europa hasta hace unas décadas, Tina Modotti retrata, con la libertad creadora de quien aprendió a ser luchadora antes que fotógrafa, un México convulso, contradictorio y posrevolucionario. Fundación MAPFRE presenta la más amplia retrospectiva de su obra presentada en España hasta la fecha, en el Centro de Fotografía KBr de Barcelona.

El compromiso social de Tina Modotti (1896-1942) marcó toda su trayectoria. A través de la fotografía, sobre todo durante los años que residió en México (1923-1930), encontró el modo de contar las historias que quería que fueran escuchadas y que hablaban de trabajadores, mujeres, injusticia e identidad.

Su agitada vida le llevó, en muchas ocasiones, a abandonar repentinamente sus lugares de residencia lo que “descontextualiza y desordena su producción, imposibilitando datar con exactitud numerosas de sus imágenes”, explica la comisaria de la muestra Isabel Tejeda.

Fundación MAPFRE acoge este verano la mayor exposición que se ha hecho hasta el momento de la fotógrafa, que se podrá disfrutar hasta el 3 de septiembre en el Centro de Fotografía KBr de Barcelona. El recorrido reúne 240 de sus fotografías, ordenadas de manera cronológica, así como material documental, obras de otros fotógrafos que le influyeron, como Edward Weston, y una de las películas en la que participó como actriz en su juventud.

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Tina Modotti.
Rosas, 1924. Colección y Archivo de Fundación Televisa, Ciudad de México.

Tras la marcha de su padre a Estados Unidos, adonde se traslada en busca de un futuro mejor, Tina Modotti llega con 13 años a San Francisco, una ciudad que le aporta libertad y estímulos intelectuales. En este ambiente, su afición por los disfraces y la interpretación la llevan a protagonizar, al menos, tres películas de cine mudo: Tiger’s Coat (1920) –que se proyecta en la exposición-, Riding with Death (1921) y I can explain (1922).

Durante este período conoció a Edward Weston, con quien entablaría una relación sentimental y quien la introduce en el mundo de la fotografía, una disciplina en la que ella nunca se formó de manera reglamentaria, sino que aprendió de otros artistas y de su propia experiencia.

Tina Modotti. Sin título (Indios transportando fardos de hojas de mazorca de maíz para la elaboración de tamales), 1926-1929. San Francisco Museum of Modern Art, San Francisco. Donación de Art Supporting Foundation, John «Launny» Steffens, Sandra Lloyd, Shawn y Brook Byers, Mr. y Mrs. George F. Jewett, Jr., y donantes anónimos.

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México y sus años más prolíficos

Casi la totalidad de la producción artística de Modotti se reduce a los años mexicanos, a cuya capital se trasladó en 1923 junto con Weston. Allí se relaciona con la intelectualidad mexicana, que tras la revolución está viviendo lo que se conoce como “Renacimiento Mexicano”. Su fotografía comienza a evolucionar desde el formalismo de Weston hacia imágenes más encarnadas, que captaban emociones relacionadas con la realidad social mexicana.

La diferencia entre la forma en la que Modotti y Weston miraban el mundo a través de su cámara se hizo aún más patente durante el viaje que hicieron por territorio mexicano, en marzo de 1924. Así, aunque ambos fotografiaron un circo ambulante, Weston puso el foco en las líneas que formaba la carpa, creando imágenes casi abstractas, mientras, Modotti bajaba el objetivo para centrarlo no sólo en las telas, sino también en los campesinos mexicanos que contemplaban la función.

Esa mirada humanista se potenciaría aún más en el siguiente trabajo que harían juntos para el libro de Anita Brenner Idols Behind Altars, que los llevó a recorrer México en 1929 para fotografiar el arte prehispánico y la cultura popular indígena. Por entonces, Modotti ya ponía el foco en las injusticias de las que eran objeto los individuos, y en concreto las mujeres, a las que dedicaría una especial atención. En un momento dado, Modotti declaró no ser una artista, sino “fotógrafa”, incidiendo en que su labor era un oficio como cualquier otro, en línea con sus ideas proletarias.

Asimismo, su compromiso político se agudizó al retratar el proceso de los ya por entonces afamados muralistas Diego Rivera y José Clemente Orozco, de quienes durante un tiempo fue prácticamente su fotógrafa oficial. A partir de 1926 siguió aprendiendo y experimentando tras hacerse con una cámara Graflex, más ligera y manejable que la Corona que había usado hasta el momento y con la que dependía de un trípode.

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Tina Modotti.
Canana, hoz y guitarra, 1927.
Colección y Archivo de Fundación Televisa,
Ciudad de México

El compromiso político: del arte a la acción

Sus fuertes convicciones llevaron a Modotti a afiliarse en 1927 al Partido Comunista, aunque ya desde 1924 participaba en Socorro Rojo, una organización dependiente del Partido centrada en ayudar a los presos políticos y sus familias, así como en labores de propaganda. En esa misma etapa comenzó a colaborar con el periódico El Machete.

La fotógrafa creía firmemente en la imagen como instrumento de transformación social, pero se enfrentaba a una gran disyuntiva como artista: ¿cómo aunar la fotografía del pueblo con sus principios estéticos? Finalmente optó por realizar composiciones simbólicas de naturaleza muerta, en la que dejar constancia de sus ideales utilizando elementos como la hoz, junto con otros referentes típicos mexicanos.

Tina Modotti. Elisa, 1924. The Museum of Modern Art, Nueva York. Donación de Edward Weston.

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En 1930, Modotti fue expulsada por una falsa acusación de intento de magnicidio. Durante los siguientes años estuvo recorriendo distintas ciudades europeas hasta que, en 1934, recaló en España y pasó a formar parte de la división española de Socorro Rojo.

Su etapa española

En el tiempo que pasó en España, la artista se hizo cargo de algunos niños víctimas de la Guerra Civil (1936-39), a los que buscaba asilo lejos del conflicto armado. Además, trabajó como supervisora y reportera de Ayuda. Semanario de Solidaridad, un periódico del movimiento en el que firmaba con pseudónimo y cuyas aportaciones fueron especialmente enfocadas a resaltar el papel de la mujer en el tejido social.

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Tina Modotti. Hombre con madera, 1928. Colección y Archivo de Fundación Televisa, Ciudad de México

Aunque varios intelectuales la animaron a volver a la fotografía, no lo hizo, por lo que no hay rastro de producción suya en nuestro país. No obstante, se sospecha que algunas de las imágenes que acompañan el poemario de Miguel Hernández, Viento del pueblo, poesía en la guerra, pudo haberlas tomado ella.

Al terminar la Guerra Civil se vio forzada a exiliarse y volvió a México, donde falleció en 1942. La última fotografía de Tina Modotti que se conserva, y que también se encuentra dentro del catálogo de la muestra, es de su perrita Suzi.

Esta exposición busca reconstruir la vida de esta fotógrafa y revolucionaria que tuvo una estrecha relación con España y cuya olvidada figura solo se empezó a conocer mejor a partir de la década de 1970.

Datos prácticos

Comisaria: Isabel Tejeda, asistida por Eva M. Vives Jiménez

Producción: Fundación MAPFRE

Cuándo: Hasta el 3 de septiembre de 2023

Dónde:  KBr Fundación MAPFRE. Av Del Litoral, 30. Barcelona

Entradas: 3 y 5 euros


Más información en: www.fundacionmapfre.org

Alayans Studio para Fundación MAPFRE - Texto: Ana P. Echavarría