CASAS DE VANGUARDIA - SANT ANDREU, BARCELONA

Mediterránea y sostenible: así es una de las casas que menos consumen de España

Con un diseño en el que predominan la sencillez, el color blanco y la madera, esta casa situada en pueblo catalán de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) ha sabido sacar el máximo partido de las energías renovables y la construcción pasiva para lograr no solo ser una de las casas más sostenibles de España, sino también una construcción de alto diseño.

 

 

A primera vista esta casa de estilo mediterráneo llama la atención por sus líneas rectas y amplios ventanales. Pero este inspirador diseño no es lo único que hace especial a esta vivienda, que ha sido la primera en Europa en obtener dos de los certificados de construcción sostenible y eficiente más importantes del mundo.

La combinación de paredes blancas y toques en madera transmiten una paz y tranquilidad que, junto con su piscina exterior, dan la sensación de oasis en el que poder descansar y desconectar. A esto se le suma que, a la hora de poner en marcha el proyecto, quisieron lograr cumplir los exigentes estándares que la certifican como un edificio Passivhaus Premium o con las 5 hojas del sello Verde del Green Building Council sin descuidar el interiorismo. Nos abre la puerta José Antonio González, CEO de Arquima, la empresa de construcción industrializada responsable de esta vivienda.

CASAS DE
​VANGUARDIA


​Este reportaje pertenece a la serie 'Casas de vanguardia', un proyecto de Endesa que presenta las casas más eficientes de nuestro país para mostrar cómo la electrificación, los materiales de construcción y las fuentes de energía renovable pueden ir de la mano de un diseño cuidado e innovador. Modelos de arquitectura que definen las casas del futuro para impulsar la transformación energética de la vivienda y de la sociedad.

Building with metal covering against stormy sky

Generar más energía de la que se consume

Este edificio de 314 m2 repartidos en dos pisos cuenta con una distribución muy estudiada, ya que la sostenibilidad se mide al milímetro. Se trata una casa “muy, muy eficiente” que, de hecho, es capaz de generar más energía de la que consume. Todo ello gracias a que la cubierta de la casa está llena de placas solares fotovoltaicas. “Con la potencia instalada que tenemos en esta casa de fotovoltaica cubrimos de sobra la demanda, con lo cual hay unos excedentes continuos que se van sumando y no es necesario tirar de la energía de la red”, explica José Antonio. ¿Y qué se hace con esa potencia sobrante? Tienen alquilada una bolsa virtual a la que acudir días en los que la lluvia o la falta de horas de luz solar hagan que la producción no sea suficiente, aunque, según señalan, a final de año nunca se consumen todas las reservas.

“Es una casa activa más que pasiva”, resume González, haciendo referencia al estilo de construcción pasiva que reconoce el certificado Passivhaus, cuya filosofía se centra en tratar de reducir la demanda energética al máximo. “El sello exige una demanda energética inferior a 15 kw hora/ metro2/ año tanto de calefacción como de refrigeración y en esta casa lo hemos mejorado. Estamos por debajo de 10 kw hora/ metro2/ año”, concreta.

Interior de la vivienda
La cocina es el punto de encuentro de toda la familia.
A. S.

Con un interior amplio y diáfano, se confió en la madera de roble para dar forma a la mayor parte del mobiliario, así como las escaleras y la propia estructura del edificio. Este material además de dar un toque rústico al diseño también ha sido fundamental a la hora de cumplir con los principios del Passivhaus: “Una envolvente con un nivel muy alto de aislamiento, un diseño libre de puentes térmicos, unas carpinterías de altas prestaciones, una buena hermeticidad para no tener pérdidas por infiltraciones y un sistema de ventilación mecánica controlada de doble flujo, que lo que te permite es ventilar continuamente sin tener pérdidas energéticas”.

La eficiencia energética está tan optimizada en esta casa que hace que no sea necesario apagar o desconectar ni el sistema de ventilación ni el de climatización cuando la familia se va de vacaciones.

La clave: buscar el máximo confort

Dentro de la casa la temperatura se encuentra en el punto de confort perfecto. Para mantenerlo la vivienda utiliza un sistema de suelo radiante y refrescante, es decir, que bajo él se conduce agua fría o caliente, según lo que se necesite.

Habitación de la casa.
El agua sanitaria se gestiona con el sistema de climatización.
A. S.

Este sistema de climatización, que también se encarga del agua sanitaria para uso corriente (la ducha o los grifos), está generado por una de las bombas de aerotermia más eficientes que se pueden instalar: “Aunque es eléctrica, genera hasta 5 kw por cada kw eléctrico que consume, cuando además la demanda térmica es muy baja”. Todos estos sistemas están dirigidos por la tecnología domótica integrada en la casa y que controla tanto la bomba de aerotermia, como el sistema de recuperación y la fotovoltaica.

“Esta vivienda está programada para que en invierno la temperatura no baje de 22 grados y en verano no suba de 26”, puntualiza González, que resalta la importancia de la domotización de esta clase de edificios para conseguir sacar su máximo potencial: “La humedad también está puesta para que no baje del 40% y no suba del 60% y, si empieza a subir el nivel de CO2, aumenta la velocidad del sistema de ventilación”.

Toda esta electrificación es clave para disfrutar sin preocupación de su cocina americana con una amplia isla, punto de encuentro de la familia y amigos, así como su salón-comedor, cuatro habitaciones y tres baños. Sin olvidar un punto de recarga de coches eléctricos en la parte exterior que facilita el uso de un transporte más responsable con el medioambiente.

“La temperatura no baja de 22 grados en invierno y no sube de 26 en verano”

“El punto fuerte de esta casa es el punto fuerte de las casas pasivas, sostenibles y saludables como esta. Es la calidad y el confort que sientes dentro”, defiende José Antonio, que sostiene que es posible conseguir este mismo resultado en otras construcciones. “La tecnología está”, afirma rotundo González, que lamenta que la universidad siga estando lejos de la realidad de la industria de la construcción.

“El camino, obviamente, es este”, recuerda e insiste en que, aunque hace años parecía como “predicar en el desierto”, a día de hoy hay bastante consenso al respecto: “La norma aprieta cada vez más, pero España aún tiene que subir el nivel de exigencia para converger con Europa”.

Pero el beneficio de la construcción eficiente y del uso de energías renovables no es solo para el planeta, sino que también para el propietario. Y es que una casa que no tuviera toda esta tecnología sostenible tendría un gasto no sólo energético sino también económico mucho mayor. En cambio, en este tipo de viviendas “todo este bienestar te lo está pagando el sol”.

ALAYANS STUDIO para ENDESA | Dirección creativa: Fedra Valderrey | Producción y texto: Ana Pérez Echavarría | Audiovisual: Martín Merino | Diseño: Beatriz Areste y Pablo Calahorra Subías