OFRECIDO POR Fundación "la Caixa"
El programa CaixaProinfancia, de Fundación “la Caixa”, tiene en cuenta a una de las poblaciones más vulnerables: los niños. Tras años trabajando con ellos, han querido aprovechar el Día Mundial de la Infancia para dar altavoz a sus palabras y recordar que son una pieza clave de nuestra sociedad.
Con el informe ‘La participación, derecho indiscutible de la infancia’ han puesto el foco en la importancia de “escuchar verdaderamente a los niños y las niñas”, recalcando que son piezas claves para crear sociedades “más democráticas, igualitarias e inclusivas”.
Así lo señalan las autoras Ana Novella, Laia Ferrús, Elena Noguera y María Rosa Buxarrais, investigadoras del Grupo de Investigación en Educación Moral (GREM) en la Facultat d’Educació de la Universidad de Barcelona. Aseguran que incluir en el entorno de la ciudadanía a las personas en edad de crecimiento tiene muchas ventajas, tanto para ellos, como para el resto de los involucrados.
“Una participación protagónica y activista favorece al desarrollo de una personalidad ciudadana”, ayuda a “activar su potencial transformador”, “influye positivamente en el desarrollo personal” y “tiene un impacto positivo a escala comunitaria”.
LOS DERECHOS DE LA INFANCIA
Esto es algo que la ONU ya declaró en 1989 en la Convención sobre los Derechos del niño donde se señaló la importancia de la No discriminación (Art. 2), del Interés superior del niño (Art. 3) y se recalcó el Derecho al Desarrollo (Art. 6) y Derecho a ser escuchado y a la participación (Art. 12). “Es imprescindible su inclusión como ciudadanos que participan, que expresan sus ideas y que toman parte de los aspectos que les afectas y se les tiene en cuenta”, han explicado desde el artículo.
El primer paso para esto es prestar atención: “Es necesario la voluntad del adulto de comprender, reconocer y escuchar a la infancia para tener en cuenta sus aportaciones”, han recordado. Este es uno de los deberes más importantes para los adultos, que deben crear “espacios donde puedan expresarse” y deben “dejar atrás una visión protectora y asistencialista, y considerar la participación como algo más que un derecho: un reconocimiento de sus capacidades y potencialidades”.
Además, llaman a la educación como elemento clave para no solo conocer sus derechos, sino para que reconozcan “su agencia para el ejercicio, la reivindicación y la defensa” de estos. Hay que centrarse en “apostar por experiencias de participación infantil, que empoderen a la infancia a autoorganizarse” donde los adultos actúen como “guías que facilitan ayuda”.
Desde casa se puede comenzar a participar, tomando parte de las decisiones y pidiendo consentimiento en actividades como planes de fin de semana. Y, desde el colegio, animan a los sistemas educativos a convocar asambleas de manera regular para dialogar sobre la convivencia.
LOS ADULTOS, A EXAMEN
Pero ¿son los adultos conscientes de esto? ¿Han prestado atención a las mejoras que piden y han honorado sus derechos a la participación? Desde CaixaProInfancia lo han comprobado con la campaña ‘Tenemos Deberes’.
En 2021, ya alentaron a más de 500 niños y niñas a enviar a CaixaProinfancia audios de voz con peticiones sobre algunos de los problemas que más les importan y cómo les gustaría que los adultos los arreglaran.
Demostraron que ellos también forman parte de la ciudadanía y quieren mejorarla. “Si escucháramos más a los niños, puede que algunas cosas fuesen un poquito mejor”, rezaba el lema, pasando la pelota a los mayores para que tomaran nota de los sencillos cambios que se propusieron. Desde entonces, había deberes para intentar mejorar y, un año después, se han sometido a un test.
Un examen de diez preguntas donde debían demostrar cómo se habían implicado en los temas que los niños habían considerado de vital importancia. Las notas de la evaluación ya han llegado y no son del todo buenas.
“Nos queda mucho que aprender”, aseguran desde la Fundación “la Caixa”. La nota media ha sido un suficiente, con apenas un 51% de respuestas correctas. Solo el 4% sacó un sobresaliente, mientras que la mayoría, el 63%, rozaron el aprobado. “Vamos muy justos”, se lamentan y recuerdan: “Con lo que nos ha costado responderles, ¿no deberíamos escucharlos más?”.
CONTRA LA POBREZA INFANTIL
Desde CaixaProinfancia, la entidad se esfuerza en que todos los niños tengan acceso a educación de calidad donde sean conscientes de los problemas del mundo que deben saber y de los tienen que pedir soluciones. Esta asociación se enorgullece en tener como objetivo principal “romper el círculo de la pobreza hereditaria”.
Por eso, desde 2020 han ayudado a 58.841 niños y 35.000 familias con refuerzos escolares, campamentos de verano, terapia e incluso promoción de la salud como gafas o audífonos. El programa cuenta con la colaboración de más de 400 entidades sociales que trabajan en red y que se encargan de atender de forma directa a las familias, priorizar las ayudas y hacer un seguimiento de cada caso.
