El ciclista español Óscar Freire (Rabobank) ha ganado la segunda etapa de la Vuelta a España al sprint, una victoria que le sirve para ser el nuevo líder.

El ciclista cántabro se impuso por velocidad, se esperaba este final para la jornada de hoy, a Bettini (Quick Step), Duque (Cofidis) y Zabel (Milram). Una ilusión doble por vestir el maillot oro, hecho que elevará la moral del cántabro, en crisis pasajera de resultados. Freire no mojaba en la Vuelta desde 2004.

"El objetivo era ganar una etapa y en dos días he sido segundo, primero y líder. Ya estoy conforme y no tengo presión para ganar más etapas. Estoy doblemente contento y espero volverlo a intentar", dijo eufórico Freire, de 31 años, antes de criticar a la prensa por el trato informativo del dopaje.

Dos kilómetros antes de llegar a la meta de Santiago de Compostela hubo una caída masiva donde se vieron implicados varios ciclistas, entre ellos Óscar Pereiro y el anterior líder, Daniele Bennati (Lampre).

El gallego se dio un fuerte golpe en la cadera, pero se espera que no sea una herida que le cause complicaciones para seguir en la carrera.

Mañana se disputará la tercera etapa que unirá las localidades de Vivero y Luarca tras 153 kilómetros de viaje. Y el martes, en la cuarta, se subirá a los Lagos de Covadonga, primer día duro.

Una escapada de tres

La rebelión de los modestos no se hizo esperar demasiado, fueron tres corredores españoles de equipos invitados a la Vuelta: Raúl García de Mateos (Relax), Manuel Vázquez (Andalucía), ganador de la Vuelta al Alentejo y Gustavo Domínguez (Karpin). Solo el primero de ellos con experiencia en la Vuelta.

Una bendición para el pelotón, a verlas venir, por lo que permitió que el trío en fuga obtuvieran una ventaja máxima de 3.28 en el km 30 sin necesidad de grandes inversiones de energía. A 18 kms de meta, "Litu" Gómez (Saunier Duval) se unió al trío de cabeza que circulaba en el circuito de Santiago, pero el juego del gato y el ratón terminó poco después.

El pelotón a toda máquina ya había desplegado la estrategia del esprint. Ritmo fuerte, cercano a los 60 por hora, insostenible para la mayoría. Momentos para la táctica de los "guepardos" del pelotón. Tras la montonera, Freire luchó por la victoria y se vistió de oro.