Tras el ciclista alemán llegaron el noruego Thor Hushovd (Credit Agricole), el francés Jean Patrick Nazon (Ag2r) y el australiano Stuart O'Grady (CSC) que daban tiempo al pelotón principal.

La general queda con Hushovd al frente, seguido de Erik Zabel a siete segundos y el italiano Paolo Bettini a catorce segundos.

La escapada del día

La cuarta etapa fue bastante tediosa. Sólo Raúl García de Mateo, un modesto corredor del Relax de 24 años, la animó con un ataque inicial que le permitió cabalgar en solitario por tierras extremeñas, entre dehesas que se le hicieron interminables a medida que las fuerzas iban remitiendo y el pelotón iba recortando la ventaja del llanero solitario, que llegó a ser de casi 7 minutos en el km 47.

Entre trago y trago de agua el grupo fue despertando en medio de la insoportable calima, llevado a impulsos por el Credit Agricole del líder Hushovd, sin quemar las naves en el empeño.

Alguna que otra ayuda del Davitamon de Robbie McEwen, que sigue sin estrenarse en la Vuelta, algo insólito en un esprinter ya consagrado en el Tour y la Vuelta.

La exhibición publicitaria de Raúl García de Mateo caducó a 16 kms de meta.

La Covatilla espera

Hushovd y el Credit querían mantener el maillot oro.

Otro García, y del Relax, de nombre Jorge, salió disparado apenas alcanzado su compañero. Con viento de cara y acelerones constantes en el grupo, el proyecto se convirtió en imposible, pero esos gestos son de agradecer en jornadas como esta, de tedio puro y duro.

Sin un equipo que controlara en los 5 últimos kms, la carrera se volvió loca y así, con una gran marea de corredores en cabeza se presentó el esprint en la capital cacereña. Millar volvió a meter ficha, como en la víspera, pero los Milram reaccionaron para tomar el mando y llevar a Zabel a la victoria.

Mañana miércoles se disputará la quinta etapa que unirá la localidad extremeña de Plasencia y la estación salmantina de La Covatilla, de 178 kilómetros, con los altos de El Piornal y Honduras (1a.) y Lagunilla (2a.) antes de llegar a La Covatilla, donde se encuentra la última meta de la jornada.