El fútbol español se ha vuelto a teñir de negro, tras la muerte de Francisco Romero Taboada, un ultra del Deportivo de la Coruña, tras una reyerta entre integrantes del Frente Atlético y de los Riazor Blues en la que también han participado los ultras del Rayo y del Alcorcón.

Una vez más, la lacra de la violencia pone en la picota al fútbol, que ahora busca respuestas a los tristes hechos acaecidos este domingo en las inmediaciones del Vicente Calderón.

El Frente Atlético es el grupo de aficionados del Atlético de Madrid dentro del cual hay un buen número de ultras y cuya ideología predominante es la extrema derecha. Fundado en 1982 y con algo más de 3000 miembros, se situán en el Fondo Sur del Estadio Vicente Calderón y también acompañan al equipo en sus desplazamientos. Sus orígenes se remontan a la temporada 1968-69 cuando se crea espontáneamente la peña juvenil que le daría forma; el Frente Atlético se funda de manera oficial en 1982. En sus inicios, el club le ofrece ayuda económica e institucional para que empezase a funcionar.

Desde su fundación se ha caracterizado por su implicación en diversos incidentes y peleas con otros grupos ultras, siendo las más grave las de los asesinatos de Aitor Zabaleta, seguidor de la Real Sociedad, en 1998, a consecuencia de una puñalada en los alrededores del estadio Vicente Calderón, y de Francisco Romero Taboada, este domingo en Madrid Río.

Los Riazor Blues son los ultras del Deportivo de la Coruña, de ideología de extrema izquierda, y que a lo largo de su historia han protagonizado numerosos indicentes. Se fundaron en 1987 en un viaje a Vigo donde se iba a disputar un Celta de Vigo-Deportivo de Segunda. En este viaje, un periodista de La Voz de Galicia denomina como Riazor Blues a este grupo de personas que se trasladaron en tren para ver el partido, por lo que fue el nombre del grupo en el momento de su formación.

Implicados en numerosos incidentes desde su fundación, al grupo se le considera responsable de la muerte en 2003 de Manuel Ríos Suárez, seguidor deportivista que acudió a un encuentro copero disputado en San Lázaro entre el Compostela y el Deportivo. Al parecer Ríos intentó mediar con un miembro de Riazor Blues que estaba agrediendo a aficionados rivales y este le respondió con una patada al hígado que le provocó una parada cardiorespiratoria. Los Riazor Blues fueron señalados y anunciaron su disolución. Tres años después, el único acusado por la muerte de Ríos fue absuelto, determinando la Justicia que era imposible precisar si le agredió. Para entonces los Riazor Blues ya habían regresado al estadio. En los últimos años, estos ultras se han citado continuamente para peleas con otros grupos de hinchas de equipos rivales.

La muerte de un hombre tras una reyerta entre las aficiones del Atlético y el Deportivo, a la que se han sumado los ultras del Rayo y del Alcorcón, se suma a otras cuatro registradas en España como consecuencia de la violencia entre grupos radicales en el fútbol.

Cronología:

- 14 de enero de 1991: Frederic Rouquier, joven francés seguidor del RCD Espanyol, muere como consecuencia de las heridas por arma blanca propinadas por un grupo de "skin heads" de los Boixos Nois, en Barcelona, después del encuentro Español-Sporting de Gijón (Primera División). Además, fue herido de gravedad su amigo José María Arboleas Martínez, vinculado a la Brigadas Blanquiazules.

- 12 de marzo de 1994: Emiliano López Prada, estudiante de Derecho, fallece al apuñalarle en un bar de La Coruña otro cliente tras celebrar un gol del Barcelona, cuando veían el partido que enfrentaba a los blaugranas con el At. de Madrid (Primera División).

- 9 de diciembre de 1998: Aitor Zabaleta Cortázar, de 28 años, seguidor de la Real Sociedad fallece un día después de ser apuñalado por un miembro del grupo Bastión (Frente Atlético) en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón al que tenía previsto acudir para presenciar el partido entre su equipo y el At. de Madrid (Primera División).

- 8 de octubre de 2003: Manuel Ríos Suárez, de 31 años, seguidor del Deportivo de La Coruña, fallece por los golpes recibidos al término del encuentro de Copa del Rey entre su equipo y el Compostela, en Santiago, cuando trataba de proteger de los hinchas radicales de su equipo a un niño que llevaba la camiseta del Compostela.

Para erradicar esta lacra, algunos clubes han echado literalmente a los ultras o radicales de sus estadios. Joan Laporta, cuando accedió a la presidencia del Barça, declaró la guerra y expulsó del Camp Nou a los Boixos Nois, desterrando así a los aficionados más radicales de las gradas del estadio azulgrana.

Florentino Pérez continuó sus pasos y ha erradicado progresivamente la presencia de los Ultras Sur de las gradas del Bernabéu. El club madrileño ha promovido el nacimiento de la denominada grada de animación, conocida como Minuto 93. Su ubicación en el Bernabéu ha provocado el desplazamiento de los Ultras Sur. Este hecho ha provocado que el grupo haya iniciado una campaña contra Florentino Pérez, amenazando gravemente al presidente del Real Madrid.