El Valencia controlaba mejor, era más incisivo y sus jugadas generaban más sensación de peligro aunque no llegaron a buen fin, mientras el Villarreal, siempre serio en defensa, acusó más la ausencia de sus bajas, sobre todo de Riquelme en la creación, y estaba incómodo en el ataque.
En los minutos siguientes, el partido estuvo muy equilibrado, con ambos equipos controlando atrás pero sin concretar en la faceta ofensiva. David Albelda y el uruguayo Mario Regueiro para el Valencia y Roger García para el Villarreal, lo intentaron sin suerte desde lejos.
Villa volvió a poner el ¡uy! y protagonizó la jugada de gol más clara para los visitantes en el minuto 38 de juego pero su disparo con el exterior del pie derecho, tras un gran centro de Albelda, se estrelló en la cepa del palo izquierdo de la meta del argentino Barbosa.
El campo estaba rápido y había imprecisiones pero la seriedad defensiva de ambos equipos se impuso, lo que impidió que se prodigaran las ocasiones y se llegó al descanso con el 0-0 inicial.
El partido se reanudó con los mismos parámetros que en la primera parte pero apenas ocho minutos tardó el Valencia en abrir el marcador. Regueiro recibió por la izquierda un pase de Mista desde la banda contraria, se fue de Javi Venta, en lo que los locales protestaron como falta, y cruzó el balón para batir a Barbosa.
El uruguayo Diego Forlán entró por Guayre para dar más aliciente a la parcela ofensiva de un Villarreal, que necesitaba controlar más el balón en el centro del campo y abrir a las bandas para surtir al ariete uruguayo.
El Villarreal se hizo con el control del balón, con el permiso de su rival, pero la tendencia de Roger a irse al centro dejaba huérfana su banda y daba más facilidades a un Valencia, que se acogió al contragolpe.
Precisamente, en una jugada al contragolpe, llegó la sentencia valencianista. En apenas dos pases, el balón llegó a Villa que encaró a Barbosa por el centro del área y fue objeto de un claro penalti, que valió la tarjeta roja directa al meta argentino.
El 'pichichi' valencianista fue el encargado de transformar la pena máxima y colocar el 0-2 en el marcador, que dejaba prácticamente sentenciado el partido y la eliminatoria.
Hasta el propio Manuel Pellegrini parecía tenerlo claro y tras el gol, decidió sacar del campo al brasileño Marcos Senna, sin duda, con vistas a reservarlo para el próximo compromiso de Liga ante el Real Madrid.
El peligro ofensivo del Villarreal se limitaba a disparos desde fuera del área aunque alguno puso en aprietos a Butelle pero el Valencia con superioridad numérica, controló bien en defensa y tuvo opciones de poner la puntilla a la contra.
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