La envergadura del reto  acogotó al Villarreal durante toda la primera parte, en la que apenas hilvanó jugada alguna. Sólo Riquelme conectaba al equipo. Mientras, el Inter, que es italiano, vivía cómodo. La intensidad subió a la vuelta del vestuario. Con El Madrigal hirviendo, el Villarreal fue a por todas y su premio llegó pronto: picó Riquelme y Arruabarrena peinó el balón a la salida de Toldo. Y el clímax.

Lejos de acularse en tablas, el Villarreal pudo ampliar su renta, mientras en el Inter sólo Materazzi se hacía notar, partiéndole la cara a Sorín en una acción ignorada por el árbitro (después devolvería el favor en un penalti a Martins no señalado). Fue el único lunar en el día más importante de una ciudad modesta que tiene a uno de los cuatro mejores equipos de Europa y que se la jugará ante Arsenal o Juve a partir del 18 ó 19 de abril.

El Milán pasa al estilo italiano

Por apenas cinco minutos, la jornada de ayer de la Liga de Campeones no resultó catastrófica para los equipos italianos. En el otro choque de cuartos, el Milán eliminó al Olympique de Lyon (3-1), gracias a dos goles postreros de Inzaghi y Shevchenko. Los franceses se hartaron de fallar ocasiones y, como suele pasar cuando un equipo italiano está enfrente, lo pagaron con su eliminación. Ahora, el Milán espera rival: Benfica o Barcelona.

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