El nuevo entrenador del Real Zaragoza, Manolo Villanova, se mostró "totalmente convencido" del resurgimiento de su equipo, que saldrá adelante con trabajo y sufrimiento, por la capacidad de sus jugadores y avanzó que apostará por un juego agresivo, sólido y con buen trato de balón.

En su primera comparecencia ante la prensa como nuevo técnico zaragocista tras la dimisión de Irureta, sentenció que el equipo "está psicológicamente afectado" y "carece de la seguridad que nos gustaría", al tiempo que pidió a la afición que continúe dando su apoyo, ya que en estos momentos es un complemento necesario.

Villanova subrayó que ha aceptado hacerse cargo del equipo porque es un zaragocista hasta la médula y porque está convencido de que la plantilla puede remontar, "a base de trabajo y sufrimiento", la situación en la que se encuentra, en el decimoséptimo puesto de la clasificación y al borde del descenso.

El reto para el técnico es hacer llegar a los jugadores que tienen capacidad para remontar la situación: "Ese puede ser el centro de la cuestión", resumió Vilanova sobre el estado anímico de la plantilla.

Villanova, de 64 años, añadió que podría aplicar en el Real Zaragoza el sistema de juego 4-1-4-1 que utilizó en su anterior equipo, el Huesca, actualmente en segunda B. Su objetivo será que el equipo defienda bien pero que también ataque bien.

Villanova dijo tener referencias de que el Zaragoza cuenta con una gran plantilla y afirmó que nunca ha tenido problemas en los vestuarios, aunque reconoció que a veces se agarra unos "cabreos monumentales". A los jugadores les pedirá seriedad, actitud e implicación.