Max Verstappen fue uno de los pilotos que sufrió las difíciles condiciones con las que ha recibido la pista de Bakú a los pilotos de Fórmula 1 para el GP de Azerbaiyán. Muchos corredores probaron las pocas escapatorias de este trazado urbano, aunque el incidente más grave lo protagonizó el holandés, cuyo Red Bull acabó contra el muro.

La falta de adherencia provocó numerosas salidas de pista en la primera sesión de entrenamientos libres del viernes. El problema es que, en el caso de Verstappen, está en el ojo del huracán después de lo sucedido en China con Sebastian Vettel. Desde Red Bull ya le han llamado al orden en varias ocasiones, pues consideran que su estilo de pilotaje les perjudica, y mucho, a la hora de pelear por podios o incluso victorias si se ponen a tiro.

El golpe de Verstappen provocó el despliegue del coche de seguridad virtual, ya que los daños por el accidente obligaron a sacarlo de la pista. Los mecánicos de Red Bull no deberían tener problemas para arreglarlo para el resto del fin de semana, pero no es la mejor forma de arrancar un Gran Premio en el que, además, va a estar con todas las miradas puestas sobre él.