Max Verstappen ya sabe qué castigo tendrá que cumplir por los empujones que le propinó a Esteban Ocon durante el GP de Brasil de Fórmula 1. Al holandés le habían sancionado con el cumplimiento de dos días de servicio público, sin especificar cuáles ni cómo iban a ser, por lo que la Federación ha decidido que sea una labor de índole didáctico.

Ante la falta de respeto mostrada por el joven piloto de Red Bull tanto hacia su rival como hacia los comisarios de la carrera, le han ordenado que acuda a ayudar a los jueces del ePrix de Marrakech, prueba de la Fórmula E, el campeonato de monoplazas 100% eléctricos.

"Verstappen pasará el día observando a los comisarios, siguiendo de cerca su trabajo en un evento internacional de automovilismo de alto nivel como parte del enfoque educativo e informativo adoptado por la FIA en este asunto", reza el comunicado al que ha tenido acceso el portal Motorsport.com.

No queda claro, de todas formas, qué tendrá que hacer en concreto, pero el castigo no es tan grave como en un principio parecía. Verstappen ya advirtió que no estaba dispuesto a parecer un idiota, por lo que la FIA ya apuntó desde un principio que propondrían algo para que entendiese que no siempre es fácil el trabajo de los comisarios y que debería ponerse en su lugar.