La pelota deambulaba sin mucho sentido por el terreno de juego hasta que Munitis aprovechó una asistencia de Valerón para batir libre de marca y de tiro raso al portero navarro.

Al filo del descanso, el cántabro decidió devolverle el favor al canario. Munitis sirvió desde la izquierda y Valerón, en el primer palo, remachó sutilmente de vaselina con el exterior de su bota.

Golazo de Scaloni

Aunque pareció más ambicioso el Osasuna en la segunda parte, fue el argentino Scaloni el que asestó la puntilla al partido en los últimos compases con un violento trallazo desde 30 metros que se coló por la escuadra del meta Elía.