El conjunto de Quique Sánchez Flores manejó el encuentro con holgura, pero antes del descanso apenas creó peligro. Necesitó abrir el marcador en la primera acción del segundo tiempo para imponer su estilo de juego y dejar sin opciones al Mallorca, que no llegó en todo el encuentro a la portería valencianista.

El triunfo local ha permitido que el Valencia se despida del año en tercera posición tras una recuperación notable en los últimos encuentros.

Durante la primera mitad se vieron muy pocas cosas. Entre ellas un Mallorca menos replegado de lo esperado, que formó con un 4-1-4-1 y al que le faltó llegada a la meta de

El Valencia continuó en la línea de juego emergente que ha ofrecido en las últimas semanas, pero limitó sus llegadas a disparos lejanos, balones bombeados y faltas al borde del área sin apenas peligro. Su dominio sólo era territorial ante un rival muy ordenado, pero sin apenas salida.

El centro de la retaguardia mallorquista, integrado por Potenza y Iuliano mantuvo a raya a David Villa, que fue el más peligroso de los atacantes locales, pero que no logró escabullirse como en él suele ser habitual de los defensas rivales.

A los veinticuatro segundos de la reanudación ya habían pasado más cosas que en todo el primer periodo. Albelda había convertido en gol una jugada bien trenzada en la banda por Aimar y Vicente.

El segundo periodo no había hecho más que comenzar. Se planteaba, pues, otro partido por la variación en el marcador,

Esta llegó en una acción aislada, con un centro largo desde la derecha que remató Vicente con potencia y rechazó Prats en una gran intervención.

El posterior remate acrobático de Villa puso el 2-0 en el marcador.

Al Mallorca le había faltado convicción para buscar la portería de Cañizares y el Valencia había cobrado una ventaja importante en el marcador.

El encuentro mejoró de cara al aficionado porque el Valencia encontró espacios para el contragolpe que animaban una noche de poca tensión futbolística, en la que, sin embargo, el Valencia incrementó sus aproximaciones a la meta de Prats y marco goles brillantes.

Así se llegó a un final de partido tranquilo para el Valencia que tuvo en el Mallorca un oponente débil, que fue de más a menos y que tendrá que mejorar ofensiva y defensivamente para dejar de coquetear con la zona baja de la clasificación

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