Si las circunstancias pudieron ser favorables para el Espanyol en la final de Copa, hoy fueron completamente adversas ya que al margen de las opiniones en torno al penalti y en la expulsión, el equipo catalán encajó dos goles de cabeza en dos minutos y apenas fue capaz de crear problemas durante todo el partido ante la meta local.

Con este resultado, el Valencia mantiene intactas sus aspiraciones de ser segundo en el campeonato y el Espanyol se mantiene en una situación clasificatoria especialmente delicada de cara a la permanencia en Primera.

Empezó suelto y ofensivo el Valencia y suyo fue el primer cuarto de hora en cuanto a juego, posesión de balón y ocasiones, ante un rival al que le costó entrar en partido más que al equipo de casa.

Tuvo que esperar el Espanyol a que Iván de la Peña entrara en juego para neutralizar la energía inicial del Valencia.

Cuando el centrocampista del equipo catalán fue capaz de dirigir el juego de su equipo, el Espanyol empezó a trenzar un fútbol más incisivo.

Sin embargo, su aportación no fue suficiente como para que el Espanyol se aproximara a la portería de Cañizares, ni tan siquiera para que el Valencia se descompusiera.

Fue cierto que al equipo local, mediado el primer periodo, le costaba llegar más a la portería de Iraizoz porque necesitó elaborar más su fútbol para conseguirlo, pero también fue cierto que en algunas de sus acciones, la perseverancia de los centrocampistas locales permitió algunas penetraciones por las bandas con cierto peligro.

El partido avanzaba hacia el descanso con la fuerzas niveladas cuando Carboni, titular por primera vez desde que ha cumplido 41 años, interceptó el balón, se lo cedió a Villa y el árbitro señaló penalti tras una entrada de Moisés.

El propio Villa batió a Iraizoz por la derecha del portero y con esa mínima ventaja se llegó al minuto el 45.

Mejor espectáculo

La segunda parte fue más pródiga en ocasiones de gol.

La inferioridad numérica del Espanyol dio paso a un partido distinto, más abierto, más entretenido para el público de Mestalla, en el que el conjunto visitante corrió más riesgos, lo que contribuyó a que el Valencia, aunque fuera en una acción a balón parado, lograra el segundo gol en un cabezazo de Ayala tras una falta sacada por Villa.

Casi de inmediato llegó al sentencia cuando Mista, en el primer balón que tocó, cabeceó un centro de Angulo e hizo el 3-0, lo que dejó los minutos restantes abiertos únicamente a la posibilidad de que los locales obtuvieran otro gol o el Espanyol hiciera menos dura la derrota con un tanto.

Fue Baraja el que hizo el 4-0 y sentenció el partido con rotundidad ante un rival que perdió con justicia, pero que se llevó más goles de los que su fútbol mereció.

Ficha del partido

Valencia (4): Cañizares, Miguel, Albiol, Ayala, Carboni, Angulo, Albelda (Edu,m.73), Baraja, Fabio Aurelio (Mista,m.67), Regueiro y Villa (Jorge López,m.77).

Espanyol (0): Iraizoz, Zabaleta, Sergio Sánchez, Pochettino, David García, Moisés, Costa, Coro, De la Peña (Ito,m.72), Tamudo (Pandiani, m.72) y Luis García (Juanfran,m.61).

Goles: 1-0,m.39: Villa, de penalti. 2-0,m.66: Ayala. 3-0,m.69: Mista. 4-0,m.86: Baraja.

Arbitro: González Vázquez (Colegio Gallego). Amonestó por el Valencia a Fabio Aurelio y por el Espanyol a Moisés y Luis García. Expulsó a Costa (m.59) por acumulación de amonestaciones.

Incidencias: partido disputado en el campo de Mestalla ante 40.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. El Valencia le hizo pasillo al Espanyol como campeón de la Copa del Rey.

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