El equipo de Sergio Scariolo, que sólo ha ganado un partido esta temporada, empezó muy mal firmando al final del primer cuarto una desventaja de dieciocho puntos (34-16). El varapalo sirvió de revulsivo. Sólo hizo falta mejorar y que el campeón del mundo Carlos Cabezas tomaras las riendas del juego malagueño para lograr empatar el choque al finalizar el segundo cuarto (49-49). La igualdad fue tanta hasta los instantes finales que Cabezas, con un lanzamiento de dos, forzó la prórroga (90-90).

La misma tónica se mantuvo en el tiempo extra hasta que los israelíes se fueron de seis puntos (101-95), brecha ya inalcanzable para los del Carpena.