Unicaja salió ayer de la Final Four de Atenas como el tercer mejor equipo de Europa. Después de caer en semifinales ante el CSKA de Moscú (62-50) en un choque en el que luchó hasta el final, el equipo de Sergio Scariolo se despidió de Atenas venciendo al TAU en un partido de consolación que dejó sabor a final. Una canasta en el último segundo de Marcus Brown rubricó la victoria malagueña en un tramo final de auténtico infarto. Pese a los contratiempos físicos de Cabezas y Berni, Unicaja jugó de forma sólida y fue creciendo colectivamente poco a poco.

Ante la exhibición anotadora de Igor Rakocevic, Scariolo dividió las responsabilidades ofensivas, que asumieron De Miguel, Jiménez, Tusek y Vasileaidis. El bloque malagueño intentó mantener a raya las individualidades de TAU hasta que sufrió una pájara en el tercer cuarto (61-49).

En el periodo final, Unicaja regresó y neutralizó la ventaja vasca (65-62) hasta ponerse por delante con un triple de Brown (69-72) al que respondió Prigioni (72-72). Tras un intercambio de canastas (74-74), una penetración de Brown en el último segundo colocó a Unicaja en el podio de la Euroliga.