Michael Schumacher se ha quedado compuesto y sin tuerca en el Gran Premio de China.

Una tuerca ha sido la causante del abandono del heptacampeón del mundo de F-1 en una carrera en la que tenía muchas opciones de subir al podio, por lo menos.

Tras la primera parada en la vuelta 13, se vio obligado a dejar el coche en el césped del circuito internacional de Shanghái solo unas vueltas después al comprobar que la rueda no funcionaba como tendría que hacerlo.

El motivo fue un error del mecánico al cambiarle la rueda y darle la salida al piloto. Un fallo en la comunicación propició que Schumacher saliera antes de lo debido, sin tener la rueda aún fijada. A pesar de que el mecánico intentó avisar al piloto, el alemán no se detuvo. Las imágenes mostraron la impotencia y rabia del mecánico, sabiendo que todo el trabajo del fin de semana iba a acabar prácticamente ahí.

Al menos, en Mercedes se han llevado una alegría: ver a Nico Rosberg en lo más alto del podio en China.