Cuando el Atlético de Madrid anunció su fichaje, el 12 de junio, Thomas Lemar era un prometedor atacante del Mónaco que estaba concentrado con la selección francesa para disputar el Mundial de Rusia 2018. Este lunes, más de un mes y medio después, ha sido presentado en el Wanda Metropolitano con la vitola de campeón del mundo.

“Tengo muchas ganas de jugar en este club, las vacaciones ya vendrán”, dijo el futbolista, que se ha incorporado al trabajo antes de lo previsto y lucirá el dorsal 11. "Con este staff técnico y este entrenador seguiré progresando. Hay una plantilla para progresar y ganar títulos, por eso he venido".

Lemar ha costado 70 millones de euros y es uno de los refuerzos con los que el club demostró a su compatriota Antoine Griezmann que tenía un proyecto ambicioso para luchar por ganar la Champions League, cuya próxima final se celebra precisamente en el estadio rojiblanco. “Es un objetivo. Lo daremos todo para llegar lo más lejos posible e intentar ganar la Champions, ¿por qué no?”.

Según dijo, la continuidad de Griezmann "no ha sido determinante" para su elección, pero sí importante: "Antoine y Lucas me han hablado mucho de este club, del entorno, de cómo se trabaja... y me ha gustado mucho. Estoy muy contento con mi elección".