El alicantino Rubén Ramírez no olvidará el Abierto de Estados Unidos de tenis en una temporada. El alicantino fue eliminado en primera ronda por el argentino Guillermo Cañas, que le derrotó en cuatro sets (6-3, 4-6, 7-5 y 6-3).

Pero mientras perdía en la pista, con parón de 20 minutos incluido para curarle una ampolla a su rival, Ramírez fue robado por alguien que aprovechó que jugaba el partido, el último del día.

"Al ser el último partido de la jornada alguien ha aprovechado para entrar. Es un descontrol. Los voluntarios sólo tienen dos llaves que abren todas las taquillas. Y cualquiera puede pedir que abran la que sea", apuntó el tenista español, al que le sustrajeron una bolsa con objetos personales y dinero.

"Roban en todos los torneos. Es una vergüenza. Roban cada semana", indicó un enfadado Ramírez. "Al partido no te puedes llevar todo lo que traes y en las taquillas no cabe una bolsa de ésas. No soy al único que le han desaparecido cosas. Se llevan dinero, relojes, aparatos de música. Entra gente constantemente. Ahora sólo pueden acceder al vestuario jugadores y entrenadores y alguien de éstos tiene que ser", denunció.

Federer gana bien

No sólo Ramírez fue eliminado. Juan Carlos Ferrero, último finalista español de este torneo (2003) fue derrotado por Feliciano López, que basó su victoria (6-3, 6-4 y 6-4) en su servicios, con dieciocho saques directos. Virginia Ruano, en féminas, también se despidió de la competición.

"No es nada especial perder en primera ronda. A muchos les pasa. Llevo dos años jugando mal aquí y nada más", apuntó el tenista de Onteniente. López se enfrentará ahora al ruso Igor Andreev.

Mejor suerte corrieron Nicolás Almagro y Fernando Verdasco, quienes derrotaron respectivamente al francés Paul Henri-Mathieu (3-6, 1-6, 6-4, 6-3 y 6-3) y al estadounidense Alex Kuznetsov (6-4,6-0 y 7-6 (4).

Y Federer, indiscutible número uno mundial, venció sin problemas al estadounidense Scoville Jenkins por 6-3, 6-2 y 6-4. El suizo apenas necesitó una hora y media de partido para poner las bases del que puede ser su cuarto Abierto de Estados Unidos consecutivo.