Tico González no tendría que estar jugando ya. Su retirada la tenía decidida para 2010, pero le pidieron "en Menorca que les hiciera un favor y que siguiera un año más". Esta semana, antes de que empiecen dentro de dos los play offs de la Superliga de Voleibol femenina, la única jugadora en activo de la selección española que quedó octava en los Juegos de Barcelona’92, ha anunciado su retirada.

Esta almeriense de 40 años le ha dedicado 24 al voleibol: "Me voy por la edad y porque quiero organizar mi vida para hacer otras cosas. Son muchos años con una forma de vida que ahora cambiará".

La jugadora del Valeriano Allés, líder de la Liga, ha podido "vivir del voleibol, pero no hacer fortuna": "No somos futbolistas ni baloncestistas". Se sacó la Licenciatura de Fisioterapia y tiene pensado "montar algo pequeño, para empezar, relacionado con el deporte". Otra de las razones para dejarlo, "no la prioritaria, es volver a ser madre": "Tengo un hijo de 7 años y queremos más familia".

Con 186 internacionalidades, no es difícil escoger su mejor recuerdo: "Los Juegos de Barcelona. Es la mejor experiencia que puede vivir un deportista. Allí era todo mágico. Compartías mesa con deportistas que solo habías visto antes por la tele".

En pocos meses todo será nuevo para Tico: "Sé que ahora viene un abismo. Tengo que empezar de cero y da vértigo".

"Muy poca gente en el voleibol sabe que mi nombre es Inmaculada. Todo el mundo me conoce por Tico". La jugadora explica por qué: "De pequeña había dos Inmas en el equipo, y para distinguirnos a mí me pusieron Tico. Mis compañeras decían que yo tenía el mismo acento andaluz que el ratón de la serie de dibujos animados de Willy Fog".