Soy jugador de baloncesto y he estado en ese deporte desde los 13 años, pero en esta última temporada no contaba apenas para el CAI y llegó la propuesta del equipo de balonmano. Tras consultarlo con la almohada, acepté.

 

 

Estoy poniéndome al día poco a poco. Son dos deportes muy diferentes y me está costando, sobre todo el gesto técnico de tirar a puerta.

 

 

En teoría, paso de un deporte donde se penaliza el contacto a uno donde se permite, pero los que hemos jugado al básquet sabemos que en el juego interior se reparte tanta o más cera que en el balonmano, y es normal, en la zona se mueve gente muy grande y pesada, de más de dos metros y 130 kilos.

 

 

No es por dinero, porque en la ACB circula mucho más que en la Asobal. Sueño con llegar a lo más alto, con ser internacional con mi país, España, y hace tiempo que sabía que no sería posible jugando al baloncesto.

 

 

Será difícil, pero confío en el trabajo de los técnicos del CAI, con un hombre de la experiencia de Valero Ribera a la cabeza. Todos coinciden en que puedo ser un jugador importante, y yo creo en ellos.

 

 

Voy a tener que vérmelas con gente muy experimentada y con equipos llenos de títulos, pero con humildad y trabajo espero estar a la altura.

 

 

Sí, para mejorar mi técnica. Me han puesto deberes.

 

 

El club hace un enorme esfuerzo para ser competitivo. Trataremos de no descender.

 

 

Luarca (Asturias), 23 años. 2,05 m y 120 kg. Debutó en ACB en 2000 con el Joventut y pasó por Bilbao, Melilla, Nápoles y CAI.