El sueño duró 28 minutos, los que aguantó la espalda de Beto antes de decir basta y provocar su retirada. Por entonces, el marcador ya lo tenía cuesta arriba (5-1).

No por físico, sino por juego, Rubén Ramírez apenas tuvo opciones contra Iván Ljubicic, varios cuerpos por encima. El croata sólo sufrió en el segundo parcial, que se llevó el alicantino, pero después impuso su demoledor saque y venció en cuatro sets (6-3, 3-6, 6-3 y 6-2).

Y van 57

Ajeno a las derrotas sigue viviendo Nadal. El tenista de Manacor encuentra rivales más exigentes conforme avanza de ronda, pero de momento no hay quien lo frene. Ayer tocaba Lleyton Hewitt, antaño ogro y ahora domesticado por obra y gracia de la paternidad. Nunca le había ganado Nadal en sus tres anteriores partidos, pero la película es ahora bien diferente. Hewitt dio guerra e inquietó llevándose el segundo parcial, pero el de Manacor terminó pasándole por encima. «Cuando a Rafa le das una opción, no perdona», diría compungido Lleyton. El siguiente obstáculo en el camino del balear será Novak Djokovic, que ayer se deshizo de la enésima promesa del tenis francés, Monfils.