El sevillismo sigue en pie de guerra por la decisión de la RFEF de trasladar la disputa de la Supercopa de España a la ciudad de Tánger (Marruecos).

El partido, que iba a jugarse a soble partido, pasa a partido único el día 12 de agosto ante el Barça. Un extremo que, entienden los aficionados sevillistas, beneficia al Barcelona y no a su club.

Además, el Sevilla incluyó este encuentro en el abono anuela para ver al equipo en casa y ahora los socios reclamarán el dinero de ese partido, algo para lo que Luis Rubiales, presidente de la RFEF, prometió una compensación económica de un millón de euros.

#NoALaSupercopaEnTánger es el hashtag que ha creado el sevillismo para quejarse y pedir a la afición que no acuda al partido. Muchas peñas han emitido comunicados ante lo que consideran "una chapuza" en el cambio "improvisado" del formato del torneo.

Así, el club hispalense se teme que serán muy pocos los aficionados que decidan acudir al encuentro in situ, por lo que las 6.000 entradas de las que dispone no cree que se agoten.