El Sevilla se ha hecho finalista por primera vez en su siglo de vida, conmemoración que celebra en esta temporada.
La afición sevillista sufrió lo indecible hasta que Antonio Puerta, en la prórroga del choque, puso el 1-0 y desniveló el empate a cero con el que acabó el partido de ida en el campo del Schalke.
La final, el 10 de mayo
Ahora los sevillistas tendrán la oportunidad de sumar una nueva gesta a su centenaria historia.
El equipo español tiene que superar al Middlesbrough inglés en la final que se disputará el próximo 10 de mayo en Eindhoven.
Semifinal de alto voltaje
Disputar una final de la Copa de la UEFA merecía un partido de alto voltaje y eso es lo que se vio desde el pitido inicial en un Sánchez Pizjuán a reventar que quiso llevar a los suyos a esa victoria que daba la gloria.
Los sevillistas tomaron el control del balón y buscaron con ganas los espacios para penetrar hacia el área rival, pero los germanos le dejaron pocos huecos con un poblado centro del campo.
Ahí, el brasileño Lincoln fue el encargado de la parcela creativa para darle juego a los atacantes Kevin Kuranyi y Gerald Asamoah, éste último escorado a su derecha.
La disposición táctica del equipo que entrena Mirko Slomka se asentó conforme avanzó el encuentro e incluso le restó algo protagonismo a los locales, quienes tuvieron que apretar en la defensa para no encajar un gol que le dejaría la final lejos, lo que consiguieron con suficiencia.
Esa circunstancia, por contra, también le dio la oportunidad a los del técnico Juande Ramos a montar contraataques, aunque el argentino Javier Saviola y el brasileño Luis Fabiano siempre estuvieron atosigados por la pareja de centrales formada por el brasileño Marcelo Bordon y el uruguayo Darío Rodríguez.
Dominio sevillista
En la segunda parte, a constancia del Sevilla se tradujo en dominio conforme pasaron los minutos ante una formación alemana que pareció que esperaba a una acción aislada para sentenciar la eliminatoria.
Las ansias del Sevilla se convirtieron en desesperación y eso favoreció a los intereses del equipo de Gelsenkirchen, que incluso en la fase final de los primeros noventa minutos sacó al delantero danés Soren Larsen en sustitución del defensa Darío Rodríguez con la clara idea de dar el golpe definitivo, aunque se mantuvo el empate a cero y con ello se dio paso a la prórroga.
El gol de la gloria
En esta nueva fase del choque se notó el lógico desgaste físico y también el miedo a encajar un tanto, aunque el Sevilla, alentado por su público, encontró al minuto cien de juego el gol, obra del canterano Antonio Puerta de perfecto zurdazo al borde del área.
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