Cuando 20 minutos preguntó ayer a un alto directivo del Real Madrid por el futuro de Capello, éste fue concluyente: "Anunciaremos lo de Schuster la próxima semana", dijo. La transición en el banquillo madridista, por tanto, es inminente, y ni el título liguero que acaba de conseguir ni el manteo de sus jugadores salvarán a Capello del despido. Eso sí, el italiano no dejará Madrid con los bolsillos vacíos, pues se llevará un año de contrato, casi cinco millones de euros.

El presidente del club, Ramón Calderón, tiene clara la necesidad de fichar un entrenador que mejore el fútbol visto en el Bernabéu. A Capello sólo le queda un aliado, el director deportivo, Pedja Mijatovic, aquel que le trajo y aquel que deberá comunicarle la rescisión del contrato. Ayer, Capello y Calderón apenas se saludaron en Tel Aviv, y el italiano reconoció en la prensa de su país que "en Madrid me siento como un salmón, nadando a contracorriente".

Como es obvio, Schuster no piensa decir nada hasta que el Getafe juegue el próximo sábado la final de la Copa del Rey ante el Sevilla. El alemán ya fue concluyente hace unos días: "Estoy dispuesto a entrenar al Real Madrid la próxima campaña".

Su fútbol: El técnico alemán predica un fútbol ofensivo, más del gusto del Bernabéu.

Conoce la casa: Schuster es un experto del fútbol español, pues militó en el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético, entre otros.

Carácter: Suele tener el apoyo de la plantilla.

Inexperto: El Madrid es el primer club grande que dirigiría Schuster, que puede acusar la presión.

Fuerte carácter: El temperamento del alemán, que dice las cosas como las piensa, puede no caer bien en el vestuario.

Bajón físico: A los equipos de Schuster siempre se les ha echado en cara un bajón físico a partir de la segunda vuelta.

Cumplió su objetivo: A Capello le ficharon para volver a ganar títulos y cumplió su trabajo con la Liga.

Ha devuelto el carácter: Aunque su fútbol no es bueno, la plantilla ha recuperado un carácter y espíritu que no se veía desde hace años.

Apoyo de los capitanes: Tanto Guti como Raúl han dicho que Capello debería quedarse.

Pésimo fútbol: Pese al título, el equipo ha desarrollado un fútbol pésimo.

Sin apoyo: El mismo Capello lo dijo: «No me he sentido arropado por el presidente».

No a la genialidad: Guti o Robinho apenas podían exhibir su calidad.