La australiana Samantha Stosur y la italiana Francesca Schiavone serán las protagonistas de la final femenina de Roland Garros, segundo 'grande' de la temporada, después de deshacerse de la serbia Jelena Jankovic (6-1 y 6-2) y de la rusa Elena Dementieva (7-6 (3) y abandono por lesión), respectivamente.

Los espectadores de la Philippe Chatrier apenas pudieron disfrutar de tenis en las semifinales del cuadro femenino. En total, dos horas y cinco minutos y un partido incompleto, fue lo que pudieron presenciar los aficionados, que vieron como el título se decidirá entre dos debutantes en estas lides.

Y es que Stosur, séptima cabeza de serie y semifinalista ya el año pasado, dio buena cuenta de Jankovic, cuarta favorita, en menos de una hora, aunque más 'fácil' lo tuvo Schiavone, que se benefició de la sorprendente retirada de Dementieva tras ganar el primer set en la 'muerte súbita' y que le hacen ser incluso duda para Wimbledon.

Ahora, ambas tendrán que superar los nervios de estrenarse en una final de un Grand Slam. Para la italiana, la cita significa la primera en la era Open para una jugadora de su país, mientras que la oceánica puede presumir de dos 'grandes' en dobles, uno precisamente en París (2006) y otro en Nueva York (2005).

La primera semifinal se presentaba igualada y emocionante, hasta que Dementieva, sin dar demasiadas explicaciones, estrechó la mano de Schiavone tras perder por 7-3 el primer set después de una hora y nueve minutos.

Hasta entonces, y tras intercambiar 'breaks' tempraneros, ambas jugadores habían rivalizado en la central de Roland Garros, aunque la italiana había tenido más opciones de rotura que su rival. Esto provocó el 'tie-break' donde Schiavone tomó rápidamente ventaja para hacerse con el set.

La italiana fue a sentarse rápidamente para descansar de cara al segundo parcial, cuando la tenista rusa, finalista en París en 2004, le comunicó que abandonaba el partido por sus molestias en la pierna izquierda ante, primero, el gesto estupefacto de la transalpina, y posteriormente, ante un rostro lleno de felicidad.