El Real Madrid cerró el 2006 de la peor forma posible. Los últimos minutos del partido sólo quedaban en las gradas 10.000 aficionados, que acabaron aplaudiendo el tercer gol del Recreativo, de Viqueira, y despidiendo a su equipo con pañuelos blancos.

Dos jugadores del Real Madrid tomaron la palabra, Míchel Salgado y Raúl, para con sinceridad analizar lo ocurrido y marcarse para el 2007 el objetivo de mejorar en el Bernabéu.

Salgado: "La culpa no es de Capello ni de su filosofía"

Así, el zaguero madridista reconocía que "nos lo habíamos recordado nosotros mismos, lo hemos vivido varios años y hemos vuelto a tropezar con la misma piedra. Ellos han jugado fenomenal, han estado juntos, con el balón y nos crearon siempre peligro".

"Nosotros no creamos oportunidades y así es difícil ganar en casa. Hay que cambiar la mentalidad en casa porque así se nos puede escapar la Liga. Es en el Bernabéu donde tenemos que asegurar los puntos, pero nos somos capaces de tener el balón. Por muy bien que estemos fuera el título se gana siendo fuertes en casa", agregó.

Salgado defendió el planteamiento ofensivo de su técnico, Fabio Capello: "La culpa no la tiene Capello ni su filosofía porque cuando ganamos ante el Espanyol nadie dijo nada. Se trata de salir a jugar y ganar y hoy no hemos querido ganar".

"Hemos sido un equipo con problemas que no quería ganar. Hemos jugado con gente de ataque, dos delanteros, Guti y Emerson en el medio. Beckham y Raúl en bandas. No es por jugar defensivamente, sin embargo no hemos tenido oportunidad de tener el balón", analizó Míchel.

El lateral gallego mandó un mensaje a la afición blanca: "Es una pena darles este palo y nos sentimos mal por ellos. Les estábamos ilusionando, era un buen momento para irse fenomenal de vacaciones y ahora se van desilusionados. Sabíamos que si no nos centrábamos nos iban a dar la Navidad y así ha sido. Lo mejor ahora es irnos siete días, descansar y venir mentalizados a luchar por los títulos".

Raúl: "Hay que levantar esta situación"

En la misma línea se expresó el capitán, Raúl González. "Estamos teniendo muchas dificultades en casa desde principio de temporada. Estamos sufriendo, dando ventaja al equipo rival, siempre intentamos remontar pero hay días que no se puede, que el segundo gol a roto todas nuestras esperanzas".

"La afición es normal que esté disgustada. Veían que el partido no se podía remontar y decidió marcharse. Hay que seguir peleando, ahora descansar y desde enero levantar esta situación porque somos capaces de luchar por la Liga", sentenció.