Ruud impone su Ley

El holandés Van Nistelrooy goleó por cuatro veces a Osasuna; desde 2004, nadie había logrado esa cifra.
Ruud van Nistelrooy celebra su segundo tanto en el Reyno de Navarra. (Diges / EFE)
Ruud van Nistelrooy celebra su segundo tanto en el Reyno de Navarra. (Diges / EFE)
Ruud van Nistelrooy celebra su segundo tanto en el Reyno de Navarra. (Diges / EFE)
Reyno de Navarra: 17.700 espectadores.

Osasuna Ricardo, Javier Flaño, Josetxo, Miguel Flaño, Corrales, Valdo, Puñal, Nekounan, Raúl García (David López, min 46), Delporte (Héctor Font, min 58) y Webó (Milosevic, min 46).

Real Madrid Casillas, Sergio Ramos, Cannavaro, Helguera, Roberto Carlos, Emerson, Diarra, Raúl, Guti (Beckham, min 83), Robinho (Reyes, min 64) y Van Nistelrooy.

Goles 0-1 (min 11): Van Nistelrooy. 0-2 (min 26): Van Nistelrooy. 0-3 (min 44): Van Nistelrooy. 1-3 (min 63): Valdo. 1-4 (min 83): Van Nistelrooy.

Árbitro Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Amonestó a Corrales, Delporte, Javier Flaño, Miguel Flaño, Josetxo, Ricardo, Font y Helguera.

Ruud Van Nistelrooy impuso ayer en el Reyno de Navarra su ley: la del nueve. De rechace, de rebote, con la zurda y con la derecha. El delantero holandés se agarró a cualquier excusa para meter el balón y ya está empatado en lo más alto de la clasificación del Pichichi, con ocho goles, junto con Kanouté, Diego Milito y Ronaldinho.

Van Nistelrooy improvisó una fiesta privada en medio de un ambiente hostil, en el que Osasuna salió a morder. Tras unos minutos de tanteo, los navarros probaron fortuna por las bandas con Delporte y Valdo, pero sus intentos morían en las inmediaciones del área. El fuego rojillo se fue apagando. Concretamente, al ritmo que marcaba Ruud con sus goles.

El primero, en el minuto once, hizo daño; el segundo cogió a los de Ziganda en plena reacción,y el tercero fue letal. En menos de 45 minutos, el holandés había acabado con las ilusiones de todo un Reyno... el de Navarra.

Villa ya marcó cuatro

La reanudación trajo la tranquilidad y la obligación de los navarros de mirar hacia arriba. El Madrid no se preocupó mucho de conservar el balón y se lo dejó a Osasuna, que era incapaz de generar una ocasión de peligro. La voluntad rojilla tuvo, sin embargo, recompensa cuando Valdo logró el 1-3 a la salida de un córner. Pero faltaba la puntilla que, cómo no, la puso Ruud firmando también el cuarto gol, algo que no ocurría desde abril de 2004. Aquel día fue Villa, entonces en el Zaragoza, el que ejerció de nueve en La Romareda.

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