El Barça volvió a tropezar en suelo ruso ante un sólido Rubin Kazan, en la segunda jornada de la Liga de Campeones, y cosechó un empate a un gol como ya ocurriera la temporada pasada, desmotrando que este equipo se le ha atragantado a los de Guardiola (aún no le ha sabido ganar), al que sólo pudo batir Villa desde el punto de penalti.

Con Messi en el banquillo de inicio, el Barça trató de buscar su fútbol sin tapujos ante un equipo ultradefensivo, con una línea de seis zagueros y una presión colectiva brutal a todas las alturas del campo. Sin duda, una máquina engrasada a la perfección y de una disciplina descomunal, que no decayó en todo el choque. Pero hay que decir también que a los culés les faltó tacto, chispa y volvió a mostrarse poco efectivo de cara a portería.

Repetía Guardiola esquema y protagonistas, con Iniesta y Pedro acompañando a Villa, y con Mascherano y Busquets protegiendo a Xavi. Arrancaba el choque y, como era de esperar, el dominio y las ocasiones iban a ser de los culés, con Pedro e Iniesta muy activos ganando las bandas como solución al muro siberiano.

Sería el delantero canario el primero en avisar, con un disparo al larguero tras un pase medido de Villa entre líneas. Y superada la media hora, el asturiano e Iniesta desperdiciaría dos disparos rasos, en buena posición, que se marcharon fuera por poco.

Corría el reloj y el Barça no atizaba con contundencia ante tanto barullo defensivo. Para colmo, Valdés fallaba en un despeje rondando la media hora y el balón le caería a Kaleshin, que decidió encarar el área azulgrana (la única ocasión). En ese instante, Alves persiguió al delantero y se equivocó al derribarle ante la inminente llegada de Piqué al cruce. Noboa lanzó y Valdés la tocó, pero el balón acabó entrando.

Pudo empatar Pedrito a tres minutos del descanso, pero su finalización tras una gran jugada al completo del Barça no fue buena. Su disparo con la zurda se marchó fuera.

¿Messi como solución?

Tocaba remar o esperar a que cediera el Rubin, pero los rusos se mostraban colosales en su empuje. No había cambio de tendencia y Guardiola decidió quitar a Mascherano para poner a Messi, pero la revolución no llegaba claramente con el argentino.

Hubo que esperar al minuto 60 para que llegara el empate, de nuevo de penalti, y en una jugada muy parecida a la del tanto ruso. Salukvadze tropezó con Iniesta, cuando César Navas ya bloqueaba la salida al albaceteño, y Villa aprovechó el lanzamiento (Ryzhikov también la tocó).

El Barça evidenció entonces la falta de chispa en los últimos minutos y sólo Messi puso una marcha más, aunque las dos ocasiones de las que dispuso no se materializaron.

El Rubin asustó a cinco minutos del final, con un remate de Martins al palo, e Iniesta desperdició una clara ocasión con disparo demasiado cruzado en el tiempo de descuento. Resultado justo y cuatro puntos para los culés en el grupo D.

Ficha técnica:

1 - Rubin Kazan: Ryzhikov; Kaleshin, Salukvadze, César Navas, Bocchetti, Ansaldi, Ryazantsev, Murawski, Noboa (Natcho, min.88), Karadeniz (Martins, min.65) y Kornilenko (Sibaya, min.62).

1 - Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Maxwell, Mascherano (Messi, min.61), Xavi, Sergio Busquets, Pedro, Iniesta y Villa (Bojan, min.86).

Goles: 1-0: Noboa (p.), min.30. 1-1: Villa (p.), min.60.

Árbitro: Cüneyt Çakir (TUR). Mostró tarjeta amarilla a Salukvadze (min.40), Puyol (min.52), Ansaldi (min.74), Sibaya (min.80) y Piqué (min.90+1).

Incidencias: Partido de la segunda jornada del Grupo D de la Liga de Campeones disputado en el estadio Centralni de Kazán (Rusia).