El piloto italiano, que se vio privado de reeditar su título en MotoGP, aseguró que pese a que ha vivido un final de campeonato "triste y amargo".

"Sabíamos que sería una carrera difícil desde el principio, pero no es una decepción porque no nos hemos rendido hasta el último instante", comentó Rossi, quien recordó que llegó a tener una desventaja de 51 puntos que remontó hasta ocupar la primera plaza del campeonato tras la penúltima prueba, en Portugal.

En opinión de Rossi, la carrera se le arruinó en la misma salida, en la que se quedó "bastante atrás", lo que le llevó a verse en una situación comprometida que derivó en la salida de pista.

Dijo que la caída dejó su moto con algunos desperfectos que hacían que la moto fuera muy difícil de gobernar, ya que, entre otros problemas, el golpe afectó al pedal del cambio y el manillar.

Además de lamentar la caída en Cheste, Rossi dijo que la temporada en sí había sido "un disparate", además de destacar que tanto él como su equipo habían "fallado mucho".

Rossi, sin quejas, felicita a Hayden

"El equipo lo ha dado todo, ha trabajado al máximo y de eso, no hay queja. Hayden ha sido valiente y es el justo campeón. Es un buen tipo. Lo conozco bien. Coincidimos en el mismo equipo en 2003 y desde entonces tengo una muy buena relación con él", agregó.

Se mostró optimista ante la próxima temporada, en la que aseguró que tendrán la ocasión de "demostrar que somos un equipo fuerte, ya que a pesar de todo lo que ha sucedido este año nos hemos quedado a sólo cinco puntos del campeón".

"En el caso de haber logrado el octavo título mundial -tiene uno en 125 cc, otro en 250 y cinco en MotoGP-, habría demostrado que tengo una moto invencible, pero la vida no es como los cuentos", concluyó.