Tras la memorable victoria del Real Madrid ante el Sevilla, la Liga ya parece cosa de dos: los dos grandes del fútbol español pelearán por el título en un apasionante mano a mano que se decidirá en las últimas cinco jornadas.

Barcelona y Real Madrid aguantaron la presión en una jornada decisiva. Pero más allá del triunfo colectivo, ambos equipos se engancharon a sus mejores jugadores, a los más clarividentes, a dos hombres que demostraron su calidad y su capacidad de arrastre en el momento preciso.

La jornada 33 fue la del resurgimiento de Ronaldinho y Guti.

Ronaldinho sale del letargo

El brasileño lideró al Barcelona en el partido contra la Real Sociedad. En Anoeta reapareció la mejor versión de Ronaldinho justo cuando el equipo más lo necesitaba.

Motivado y comprometido, Ronaldinho despertó después de unas semanas de letargo. Los dos goles del Barcelona se gestaron en sus botas, con dos pases soberbios que dejo solos ante el portero a Iniesta y Eto'o.

Ronaldinho no marca en Liga desde el pasado 3 de marzo, pero en Anoeta se echó el equipo a la espalda y demostró que no hace falta marcar goles para ser el mejor: dirigió el juego, se le vio con más chispa, con más ganas, más batallador.

Este es el Ronaldinho que necesita el Barcelona. "Quiero el doblete", dijo tras el partido el jugador. Con las de Anoeta, suma cinco asistencias y 17 goles.

Recital de Guti

Guti, el eterno cuestionado, volvió a demostrar que es indispensable en el Real Madrid.

Su entrada en el campo cambió al equipo. Una vez más demostró todo el talento que lleva dentro. Con Guti en el campo el Real Madrid siempre encuentra una solución.

Ante el Sevilla, Guti aportó clarividencia, profundidad y dinamismo al fútbol del Real Madrid y se reivindicó, una vez más, con dos pases de gol que salvaron, en sentido literal, al equipo.

Guti sólo lleva un gol en Liga y ha dado cuatro asistencias, pero siempre es decisivo, como demostró ante el Sevilla.

Si el Madrid gana la Liga tendrá mucho que agradecerle a Guti.