Justo reparto de puntos

Pese a la igualdad del choque, Salva falló un penalti en la segunda parte que podía haber sido decisivo.
Nacho intenta arrebatarle el balón a Peña, del Villarreal.
Nacho intenta arrebatarle el balón a Peña, del Villarreal.
Rodríguez/EFE
Nacho intenta arrebatarle el balón a Peña, del Villarreal.
La versión más descafeinada del Málaga –finalmente ni Gerardo ni Anderson pudieron jugar–, se despidió del año con un justo empate ante el Villarreal. Una parte para cada equipo sería la lectura objetiva del choque, aunque el penalti que erró Salva podría haber dado la victoria a los inquilinos de La Rosaleda y no hubiera pasado nada.

Pudieron los blanquiazules variar pronto el signo del encuentro si Edgar no se duerme en los laureles en el minuto cuatro, cuando se plantó solo ante Vieira. Ahí se acabó la aportación malaguista al primer tiempo, que fue dominada completamente por el equipo castellonense donde Riquelme, Forlán y Guayre campaban a sus anchas.

Mejor en la reanudación

En la segunda parte, el Málaga mostró su mejor cara. Los pupilos de Antonio Tapia se hizo con el partido, marcó el ritmo e hizo méritos suficientes para haber obtenido algún gol ante un Villarreal que sufrió un bajón físico y estuvo pendiente de no encajar goles. La clave estuvo en el minuto 57 cuando el colegiado Teixeira, tras consultar con uno de los auxiliares decretó penalti a favor del Málaga por derribo de Edgar. El máximo castigo, que ejecutó Salva, fue detenido por Viera, que consiguió rechazar el esférico. A posteriori, de nuevo Salva  intenta rematar, pero se resbala y permite al meta visitante que se haga con el balón. Aunque el Málaga presionó hasta el final, el empate a cero no se movió.

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