Oda del Madrid al contragolpe

Di María celebra el tercer gol.
Di María celebra el tercer gol.
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Di María celebra el tercer gol.

Que el Real Madrid hace del contragolpe un arte es algo que ya está contado. Pero cuando le sale bien y lo plasma sobre el césped de un estadio hace que los aficionados presentes (y los millones que lo ven a través de la televisón) se lleven las manos a la cabeza.

Hace justo un mes, el primer gol ante el Ajax en la Champions, anotado por Cristiano Ronaldo, definía ya lo que iba a ser el juego del Madrid a lo largo de la temporada: dejar el balón al contrario para salir rápidamente al contragolpe y 'matar' al rival.

Ante el Villarreal, los de Mourinho asombraron con su primera media hora. Pero lo bonito llegó con el 3-0 y, como no, otra vez en una contra mortal.

Darle espacios a este equipo es dejarte a tu suerte. Y, aunque los rivales lo saben, los chicos de Mourinho han hecho de las contras rápidas un estilo propio difícil, muy difícil, de parar.

Anoche, pasada la media hora de partido, un rechace en el área propia fue cazado por Kaká, que tras conducir unos segundos el balón, lo cedió a la izquierda para Marcelo. El brasileño metió entre líneas para Benzema y éste, con un toque rápido, abrió para que Di María entraba como cuchillo en mantequilla en la defensa amarilla. Un quiebro, y gol. Todo ello en apenas 8 segundos. De área a área. La gente en el Bernabéu sacaba los pañuelos y una sensación calaba en el ambiente: este Madrid es un rodillo muy difícil de frenar.

Es el estilo que le gusta a Mourinho, sea en el equipo que sea. Y ahora es en el Madrid. Ya lo dijo el propio entrenador portugués: "En mi segundo año los jugadores tienen los automatismos más asimilados". Dicho y hecho.

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