El Real Madrid está viviendo unos ciertos momentos de calma, en medio de una convulsa temporada. El conjunto blanco parece haber recuperado el tono con Santiago Solari y ha dejado atrás las malas sensaciones, pero es consciente de que tienen por delante un reto mayúsculo.

Vivos en las tres competiciones, pero con pocas opciones en el campeonato liguero, los jugadores no renuncian a nada. Por eso se produjo este lunes una cena en un restaurante madrileño en la que participaron casi todos los futbolistas de la primera plantilla.

Con Sergio Ramos a la cabeza, que fue el encargado de inmortalizar la cena, estuvieron desde ex titulares que han pasado a suplentes como Isco, hasta un Karim Benzema que se ha llevado toda la atención por su florida camisa elegida. Las tres grandes ausencias fueron las de Gareth Bale, Toni Kroos y Keylor Navas, los tres en diferentes estados de forma pero cuestionados por motivos muy distintos.

Al galés le ha comido la tostada Vinícius, al que el madridismo se ha encomendado con apenas 19 años. El alemán no atraviesa sus mejores días de fútbol, y se nota, y Navas ha visto cómo Courtois le ha ganado la titularidad y no sería de extrañar que abandonase el club en el que se ha convertido en tricampeón de Europa.

El objetivo de esta quedada fuera de horarios laborales es mentalizarse de lo que tienen por delante. Después de degustar los platos del chef Dani García, dueño del 'Bibo' donde se celebró la velada, trataron de ponerse a tono acerca de los próximos compromisos que tienen por delante, empezando por el partido de Copa del Rey ante el Girona y con el de Champions contra el Ajax de Ámsterdam en el horizonte próximo.