En año de Eurocopa, y con un representante español ya seguro en la final de la Europa League, lo más fácil de avidinar era que, estando Real Madrid y Barça en las semifinales de Champions, la actualidad deportiva volviera a hablar español en todas sus competiciones, presentes y futuras.

Pero la realidad ha sido bien distinta. Hace una semana, Madrid y Barça volvían de la ida cabizbajos. Sin embargo, por jugadores, presupuesto, momento e historia, nadie esperaba que hoy jueves las plazas de la final de Champions no tuvieran, aunque fuese solo uno, algún representante español.

La tanda de panaltis echó al Madrid tras 120 minutos desastrosos ante el Bayern. Ni el Bernabéu, Ni Mourinho, ni las estrellas blancas supieron 'meter' mano al equipo alemán, que tuvo más oficio y jugará 'su' final el 19 de mayo. Lo hará ante el Chelsea, que un día antes se deshizo contra todo pronóstico de un Barça que lo falló todo y más y que devolvió a Messi al reino de los mortales.

Quizás por todos estos detalles (presupuesto, momento de forma, jugadores...) se ha tildado a ambos clubes de prepotentes. "Cura de humildad" es la expresión más leída en las redes sociales, que hierven con la eliminación de los dos grandes de nuestro fútbol.

Y entre los mensajes de críticas hacia los dos clubes españoles, se puede rescatar alguno que sirve como aviso para la próxima Eurocopa de fútbol. Muchos aficionados establecen una conexión entre la selección y el Madrid y el Barça y creen que si los de Del Bosque encaran con la misma actitud el torneo continental, les acabará pasando factura.

Los pronósticos no se cumplieron en la Champions. Las quinielas daban como finalistas a Madrid y Barça. Las mismas que dan a 'la roja' como la selección favorita para ganar en Polonía y Ucrania. Seguro que Del Bosque ha tomado buen nota para que Ramos, Casillas, Xavi, Iniesta y compañía no vuelvan a caer en el mismo error.