Madrid y Barça: inicio engañoso y trayectorias enfrentadas en el primer cuarto de la Liga

  • Los blancos tuvieron un comienzo dubitativo, con dos derrotas en las tres primeras jornadas y echando de menos a Xabi Alonso y Di María.
  • El Barcelona registró un plácido arranque, sin encajar goles en las ocho primeras fechas y con sus estrellas en buen estado de forma.
  • El Clásico ha cambiado las tornas: el Madrid arrolla y ya es líder y el equipo azulgrana está cuajado de dudas y críticas a su defensa.
  • Entre ambos, el Atlético de Madrid, que parece haber alcanzado el tono tras las importantes bajas del verano.
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Montaje fotográfico con Carlo Ancelotti y Luis Enrique, entrenadores de Real Madrid y Barça, respectivamente.
Montaje fotográfico con Carlo Ancelotti y Luis Enrique, entrenadores de Real Madrid y Barça, respectivamente.
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Montaje fotográfico con Carlo Ancelotti y Luis Enrique, entrenadores de Real Madrid y Barça, respectivamente.

Real Madrid y FC Barcelona han completado ya más del primer cuarto de la Liga 2014/2015 y llegan en muy diferente forma a lo que parecía cuando arrancó el campeonato. Sus inicios han sido engañosos y ahora, los dos grandes del fútbol español están dibujando trayectorias totalmente opuestas. Mientras los de Ancelotti están en plena línea ascendente, los de Luis Enrique cada vez tienen peores sensaciones.

El comienzo del Madrid en Liga no fue el deseado: tras la victoria en la primera jornada ante el Córdoba, llegaron la sorpredente derrota en Anoeta ante la Real y la victoria del Atleti en el derbi del Bernabéu. Dos derrotas en tres partidos que hacían alejarse al Barça y a los colchoneros en la clasificación. Además, estos resultados negativos tenían el reciente agravante de las marchas de dos jugadores, Xabi Alonso y Ángel di María, cuyos papeles en el Madrid de la temporada anterior era más que importante.

La tradicional exigencia de la afición madridista hizo acto de aparición y todo eran dudas: en ataque, se criticó el estado de forma de Bale, se cuestionó el fichaje de James y Benzema recibió pitos en algunos encuentros, todo ello con la sombra de Di María planeando. El centro del campo, pese a las buenas actuaciones de Toni Kroos, parecía vacío sin la presencia de Alonso. Y en la parte de atrás, mucho ruido: los goles encajados a balón parado fueron usados para atacar a la zaga (sobre todo Pepe y Ramos) y en especial a Iker Casillas, cuyas actuaciones con la selección tampoco le hicieron ningún favor.

Pero las abultadas goleadas ante el Dépor (2-8) y el Elche (5-1), fueron el inicio de la recuperación blanca. Una importante victoria en El Madrigal y dos 'manitas' seguidas (ante Athletic y Levante) hicieron llegar al Madrid al Clásico ante el Barça cargado de moral y en él demostró su superioridad. La baja de Bale está siendo suplida con toda garantía por Isco en el once, hasta el punto de que algunas voces de la afición prefieren optar por el malagueño antes que por el galés cuando éste se recupere. Lejos ya de los planteamientos de la época de Mourinho, el Real Madrid combina toque y potencia a partes iguales, a lo que hay que sumar el valor añadido que supone el futbolista más en forma de la actualidad: Cristiano Ronaldo, autor de 17 goles sólo en Liga. Y en diez jornadas, ya es líder.

La línea descendente del Barça

Muy felices, en cambio, se las prometían en Can Barça. Los azulgrana querían dejar atrás la generalizada tristeza que dejó la temporada dirigida por el 'Tata' Martino y para ello se confiaba en Luis Enrique, hombre de la casa y de fuerte personalidad. Los primeros encuentros ofrecieron cosas muy positivas: un Neymar en un gran estado de forma (de hecho sigue siendo el máximo goleador del equipo), un Messi menos goleador pero especialmente efectivo en las asistencias, y lo que se consideraba a todas luces un acierto total: el fichaje de un Ivan Rakitic que se hizo con la manija del centro del campo culé nada más llegar.

Las dudas en defensa, personalizadas sobre todo en el bajo estado de forma y el indiscutiblemente malo de Dani Alves, quedaban paliadas por los buenos resultados y por un hecho importante: el Barça mantuvo su portería a cero los ocho primeras jornadas, lo que permitió a Claudio Bravo, con la difícil papeleta de suplir a Víctor Valdés, batir un récord de imbatibilidad inicial en la Liga. Pero en sólo dos partidos, esa estabilidad se ha ido al garete.

El Clásico dejó al descubierto las carencias de un equipo que tiene otro drama: no puede fichar hasta enero de 2016. Messi no tiene el olfato goleador de otros años. Luis Suárez, titular en los dos últimos partidos (que se han saldado con derrota), no ha podido demostrar todo el fútbol que se le presume. Del Rakitic integrado de las primeras jornadas no hay rastro, los dos operadores de máquinas del centro del campo, Xavi e Iniesta, no están teniendo continuidad, bien sea por falta de forma o por lesiones. Y la defensa no mejora: Piqué cometió el penalti que permitió al Madrid empatar el Clásico y Alves —cuyo sustituto, el brasileño Douglas, tiene pinta de engrosar la lista de fichajes fallidos de la historia azulgrana— no deja de mostrar carencias en la fase defensiva (perdió casi todos los duelos con Marcelo en el Clásico).

La derrota ante el Celta ha llegado en el peor momento, y el Barça se encuentra ante una situación inédita en las últimas cinco temporadas, el tiempo que ha pasado desde la última vez que los culés perdían dos partidos seguidos de Liga. Luis Enrique tiene mucho trabajo.

Partido a partido

El Atleti, vigente campeón, puede que siga la estrategia del año pasado: que se peleen entre los dos gallitos. Ha conseguido acoplar a los nuevos (Griezmann, Mandzukic, Siqueira...), que suplen a figuras clave como Diego Costa, Filipe Luis o Villa y llega a estas alturas de Liga a un punto del Madrid (pero con el 'goal-average' a favor tras su victoria en el Bernabéu) y por delante del Barcelona. Han jugado ya con Valencia, Sevilla, Madrid o Celta (todos de la mitad alta) y siguen, como al año pasado, partido a partido.

Valencia y Sevilla, por su parte, quieren seguir manteniendo la ilusión de que la Liga, como antaño, puede ser de cinco.

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