Ray Zapata: "Me meten bulla porque no estudio y me intento escaquear todo lo que puedo"

  • El español, bronce mundial en Glasgow, ya tiene el billete para Río 2016.
  • Nacido en Santo Domingo, con 10 años se trasladó con su familia a Lanzarote.
  • "Para los Juegos preparo el 'elemento Zapata': un doble mortal hacia adelante con un giro y medio. Es súper complicado y no lo hace nadie en el mundo".

Ray Zapata se presentará en los Juegos a ritmo de bachata y reggaeton. El gimnasta español, de 22 años, lleva la música, el buen rollo y el riesgo en la sangre —dominicana—. De hecho, de cara a los Juegos de 2016 prepara el 'elemento Zapata', "algo que no hace nadie en el mundo". Es una de las opciones españolas a medalla. Motivos para creer en él no faltan: es el reciente bronce mundial en suelo y, cuanto menos, aspira a llegar a la final en Río.

Su mayor triunfo hasta el momento. ¿Cómo se siente?

Muy contento, porque además supone la plaza para los Juegos de Río.

¿Qué le entusiasma más, la plaza olímpica o la medalla de bronce mundial?

La medalla es la recompensa de todo el trabajo, pero el objetivo eran los Juegos. ¡Ya sé que voy a ir seguro!

¿Preparará algo especial de cara a los Juegos?

Sí. Tenemos un elemento nuevo, que estrenaremos en febrero en la Copa del Mundo para que le pongan mi nombre y así poder competir con él en Río.

Tengo entendido que es el 'elemento Zapata'...

Sí (risas). Es un elemento que no ha hecho nadie en el mundo: un doble mortal hacia adelante con un giro y medio. Es súper complicado y no lo hace nadie en el mundo, salvo yo.

¿Tiene miedo de ejecutarlo?

No, que va. Ya lo tengo hecho y grabado.

Gervasio Deffer es su descubridor y, además, amigo...

Gervi es casi igual que yo, compartimos muchas características físicas. Ha sido una de las personas más importantes de mi carrera deportiva, uno de los que más me ha ayudado para dar el salto al equipo español de gimnasia.

¿Con qué consejo suyo se queda?

Que nunca piense en lo que van a hacer los demás, solo en lo que voy a hacer yo.

Llegó a Lanzarote con 10 años. ¿Cómo lo recuerda?

Yo en Santo Domingo era muy trasto, todo el día en la calle. Al llegar a Lanzarote todo cambió, no conocía a nadie y apenas salía de casa. Estaba muy triste y en alguna ocasión recuerdo decirle a mi madre que me quería volver. Menos mal que no lo hice, porque de no haberme quedado no estaría consiguiendo todo esto.

¿Qué tal se vive en la isla?

Increíblemente bien. Un clima y unas playas espectaculares. Perfecto para relajarse y desconectar.

Luego se trasladó a la península...

Sí, pero mi familia sigue allí, así que me escapo a verla y a desconectar en las playitas cada vez que puedo.

¿Cómo es su día a día en Madrid?

Vivo por y para la gimnasia. Me levanto y entreno, como y entreno, descanso y entreno... Me echan broncas porque no estudio, este año he dejado aparcados los estudios porque quiero centrarme cien por cien en la gimnasia. Hay que estudiar, soy consciente, pero he pedido que este año me dejaran solo entrenar para alcanzar mi objetivo, que estar en la final de la olimpiada y soñar con una posible medalla.

Así que le echan la bronca...

Sí, me meten bulla porque no estudio, pero yo intento escaquearme todo lo que puedo (risas).

¿Y tiempo de ocio tiene?

Claro. Hay tiempo para todo. Me gusta mucho bailar y escuchar música.

¿Algún ritual antes de competir?

Escuchar mi música, bachata y reggaeton. Pero sobre todo, me pongo una canción de mi hermana, que está empezando en el mundo de la música. Es una canción muy movida y muy alegre y salgo activo a competir.

Se inició en la gimnasia cuando de pequeño vio hacer mortales...

Sí (risas). Mi hermana tenía una amiga que hacía gimnasia, fui a ver la competición un día y me encantó todo aquello. Le dije a mi madre que me quería apuntar... y hasta aquí.

Hablando de mortales. ¿Lleva muchos sustos?

Eso siempre. Cada día. Me la juego cada día, pero son cosas que forman parte de la gimnasia artística.

Últimamente, las chicas copan los éxitos en la gimnasia española... ¿Eclipsan a los chicos?

Las chicas de la rítmica son unas máquinas y es normal que se hable mucho de ellas. De los chicos ahora se habla mucho más, y espero que se siga haciendo y siempre para bien.

¿Cómo se imagina vivir unos Juegos?

Tiene que ser increíble estar ahí. Sueño con ello cada día desde que era pequeño.

¿Medalla olímpica o mundial?

Olímpica, sin dudar. Es lo más grande que hay.

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