Tener un motor resistente capaz de rodar muchos kilómetros sin dar síntomas de cansancio, ése fue el punto fuerte del R-25 con el que Fernando Alonso se proclamó campeón del mundo la temporada pasada y seguirá siendo el pilar fundamental para los ingenieros de Renault a lo largo de la presente campaña.
"El R-26 es mejor coche que el R-25", sentencia el piloto asturiano, que ha completado sin problemas más de 20.000 km con el nuevo monoplaza, el R-26.
Un diseño parecido
El chasis del R-26 es muy parecido al de su predecesor, "apenas hay diferencias visibles", explica Alonso; pero su interior ha sido totalmente modificado para adaptarse a la normativa de ocho cilindros: "El coche es menos potente y más lento, pero eso les pasará a todas las escuderías".
Los sistemas de refrigeración también han sido reducidos, ya que el motor es más pequeño y necesita menos ventilación.
El alerón delantero es más angulado y el trasero, más pequeño. Se ha trabajado la aerodinámica para compensar la pérdida de motor.
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