Teniendo en cuenta que puntúan los ocho primeros (10, 8, 6, 5, 4, 3, 2, 1) el piloto asturiano alzaría el título en el trazado belga de Spa si, por ejemplo, ganara la carrera y Raikkonen no fuera segundo. Además, Fernando Alonso sabe que siendo quinto en las cuatro carreras que faltan también será campeón, aunque Raikkonen las ganara todas.

 

 

El piloto asturiano, ayer Alonso II el Inteligente, planteó la carrera con astucia y no entró en luchas particulares. Salió segundo, por detrás de Juan Pablo Montoya, y dejó que el colombiano ganara la carrera sin ponerle en demasiados aprietos, aunque pudo haber ganado al sufrir Montoya un problema de neumáticos en las últimas vueltas. Su objetivo era otro: subir al podio sin desgastar el motor y controlar a Raikkonen, que salía duodécimo por haber roto el suyo en los entrenamientos del sábado.

 

El finlandés, no obstante, dio caza al español y le adelantó en la vuelta 22, pero como viene siendo habitual, tuvo problemas con su McLaren. Esta vez cambió una maltrecha rueda trasera y perdió toda opción de victoria. Aun así, Kimi fue cuarto, por detrás del compañero de Alonso, Giancarlo Fisichella.

 

 

Raikkonen, el finlandés de hielo, se está derritiendo este año con los problemas mecánicos de su McLaren, algo que no le ocurre a su compañero de equipo Montoya. Kimi ha sufrido seis roturas de motor, la última este sábado, además de sus problemas de neumáticos.