A Óscar Pereiro le buscan todas las cámaras, profesionales y no. A euro la foto, se hubiera sacado un jornal...

(Risas) No hubiera estado mal un sobresueldo.

Los Lagos llegan en la cuarta etapa. Podría perder tiempo allí y luego recuperar, como en el Tour...

Me gusta esta Vuelta. Igual más que la de este año. La veo equilibrada. Tiene dureza y descansos. No es de extrema exigencia y puedes asumirla después del Tour. Una vez vista, si de antemano ya sabía que tenía que venir, me motiva más. Me gusta.

¿El recorrido, para Valverde o Pereiro?

Es para un corredor de nuestro estilo, que aguante tres semanas y que soporte el contraste entre la montaña y la contrarreloj. En la Vuelta, Valverde ya lo ha demostrado. Yo no. He rendido mejor estos últimos años en el Tour. Pero algún año cambiaré el chip.

Parecen buenos compañeros, ¿lo son?

Somos dos líderes de un equipo y nos llevamos bien, cada uno sabe qué hacer en cada momento. En la Vuelta no habrá problemas ni peleas.

La Vuelta se acerca a ciudades pequeñas...

Genial. En las grandes urbes ya hay mucho por ver, pero en un pueblo será el acontecimiento del día, o del mes, y se volcarán con la Vuelta.

Se insiste en etapas cortas. ¿Éste es el futuro?

Me gustan las etapas largas, de fondo. Está claro que la Vuelta ha tomado esta iniciativa y el tiempo le está dando la razón, porque este año se decidió apenas a dos días del final.

Qué quema más, ¿el sol de las vacaciones o que le pregunten cuándo le dan el Tour 2006?

¿El Tour? A ver si puedo ganarlo en 2007.